Ángel González Abad el 31 may, 2014 No pudo haber más verdad en la corrida del 30 de mayo. No pudo haber más valor, más entrega, más compromiso con la Fiesta, con el público y con el propio pundonor ante una durísima corrida de El Montecillo¡Qué diferencia con el día anterior! ¡Qué diferencia en los toros! ¡Qué diferencia en los toreros! Miguel Abellán hizo honor a la historia del toreo cuando maltrecho salió de la enfermería para matar a su segundo toro y salió triunfante como un gran héroe vestido de oro y sangre. O Paco Ureña, que tuvo que irse a manos de los médicos con un cornadón de 25 centímetros, una herida que ya da respeto mentarla. Y el mexicano Joselito Adame jugando con los pitones y los bordados de su terno de azabache. Tres tíos, tres hombres que reivindicaron la verdad de un espectáculo único, lejos de giras, tours y acontecimientos glamurosos. La Tauromaquia se ha escrito siempre sobre la base del toro y la valentía de los toreros, mantener esta esencia es el gran reto para garantizar su futuro. Toros Tags AbellánAdameLas VentasMontecilloSan IsidrotorosUreña Comentarios Ángel González Abad el 31 may, 2014