San Isidro 2012 es una feria enmarcada ya en la Historia. Sí, porque en los libros no todas la historias tienen un final feliz. Ni en la última se rompió el maleficio, es la primera en la que ningún matador abre la Puerta Grande en una feria isidril.
La excepción: 1947. El 15 de mayo de aquel año se celebró la primera corrida de un breve serial, en la que a Gallito le echaron un toro al corral. En 1948, Parrita estrenó el pórtico de la gloria tras desorejar al tercer toro de Urquijo el 10 de mayo. Un día antes, Andaluz había cortado la primera oreja de la feria a un ejemplar de Felipe de Pablo Romero.
Hasta los trofeos solitarios han escaseado en esta edición: Iván Fandiño (que en el broche perdió el triunfo por el acero y por no seguir su instinto primero), Morenito de Aranda y Sebastián Castella, que ha cortado el trofeo de mayor peso de todo San Isidro y se ha proclamado triunfador del serial. Ahí están las orejas de Gonzalo Caballero y Gómez del Pilar, que perdió el éxito por el acero.
Los viejos aficionados no recuerdan una feria tan deslucida como esta. Incluso en la del 84, que ha sido una de las menos brillantes de la trayectoria isidril, hubo alguna salida a hombros: Curro Durán, en tarde en la que Paco Ojeda cayó herido, según se recoge en el libro de José Luis Suárez-Guanes, memoria histórica de Las Ventas. O más recientemente (Aniversario inclusive) la de 2010, con Juan Bautista en volandas el 5 de junio. En 1992, un torero de a pie salió a hombros, Manolo Sánchez, como aparece en «Las Ventas. 75 años de historia», coordinado por Carlos Abella.
Siempre nos quedarán los triunfos ecuestres: Diego Ventura, Andy Cartagena y Sergio Galán. O las orejas de Hermoso de Mendoza y Leonardo. Pero la afición y, sobre todo la Fiesta necesitaba más.
Falta la Feria del Arte y la Cultura… Que Dios reparta suerte y por fin se acaricie el cielo de Madrid.
PD: no soy experta en estadísticas orejeras; si hay algún fallo, disculpas de antemano
Toros