Toalla blanca sobre los hombros de palo de rosa. Trapo blanco a lo boxeador para secarse las gotas de sudor sentado en los terrenos de sol. La vista sorprendió a propios y extraños cuando a eso del quinto toro un setentón de porte torero saludó una ovación del tendido «7». Sombrero panamá en la mano derecha y bastón en la izquierda, recibió los aplausos más fuertes de la desangelada tarde de Beneficencia.
«Parece Paula». Mi vecino de localidad, uno de los tantos mexicanos que no se han perdido esta feria de acento azteca, lo confirmó desde el «2»: «No lo parece. Es el gran Rafael de Paula».
El genio de Jerez se hartó de firmar autógrafos y de hacerse fotos con los abonados del «7», encantados de compartir tendido con el artista mientras toreaba su expoderdante, Morante de la Puebla.
¿Qué pensaría de la corrida Rafael Soto Moreno? Que la imaginación de cada cual vuele…