Tras más de dos décadas apartado de los ruedos y un sinfín de paseíllos por los quirófanos para reconstruir su rodilla, con una pierna biónica y signos evidentes de no estar en la mejor forma para vestirse de torero, Vicente Ruiz “El Soro” volvió a ser ídolo en Valencia por sus faenas. Y es que no sólo con capote, banderillas y muleta toreó el 16 de marzo El Soro en su plaza, es que las faenas que les hizo a sus dos compañeros y a todo el entramado taurino fueron de aúpa.
De un plumazo borró la efeméride de Enrique Ponce, cuya celebración del 25 aniversario de su alternativa pasó totalmente desapercibida precisamente en su feudo. De otro enfrió el severo luto de José María Manzanares; y faena grande por enfrentarse en sus penosas condiciones, y hasta triunfar, a una corrida como las que codician feria tras feria todas las figuras del momento.
Y él solito puso la plaza boca abajo.
Toros