Aparicio sac la casta de torero y se cort la coleta. Porque hace falta tener casta, valor y ser torero para tomar una decisin as despus de una tarde tan desafortunada. Hay que tener la cabeza muy fra y los pies muy asentados en la arena para pedirle a sus compaeros de cartel que oficiaran la liturgia del adis, de la despedida de los ruedos.Gesto de torero. Yo personalmente he tenido la suerte de ver la mejor cara de Julio Aparicio en varias tardes de gloria. Me ha hecho disfrutar mucho en el tendido, me ha emocionado con su personalidad, con su arte de torero diferente, de torero eterno.Desde una de sus primeras novilladas en Calahorra, all por la segunda mitad de los ochenta, hasta el da de su confirmacin de alternativa en Las Ventas, sellado ya con letras de oro en los anales del coso madrileo, pasando por faenas que quedaron en mi retina en plazas como Alfaro o Huesca.Por eso valoro ms la decisin que tom ayer despus de una actuacin negra, como muchas de las que han cosechado toreros de su corte. En su primera corrida de este San Isidro, el pasado da 15, no dej indiferente a nadie. Las almohadillas que le despidieron tras otro da sin luz, dieron la medida de la decepcin de los aficionados que siempre le esperan.Mi aplauso, y mi respeto, torero.