Ahí va una perla del honorable president José Montilla ayer en un diario nacional: “Prohibir es una cosa muy seria y por eso solo lo pueden hacer los tribunales…/Pensar que pueden prohibir (Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona) es pensar en clave años 70 y, si alguno no se ha enterado, Franco murió hace 35 años”.
Sublime, president, sublime, sobre todo si a lo que se refiere es al acto de homenaje a una colaboradora de ETA en las fiestas del barrio de Gràcia de la ciudad condal.
Esta bien esto de recordar que no estamos en tiempos de Franco cuando se trata de prohibir. Y lo ha dicho quien ha firmado la prohibición de la Fiesta en Cataluña. Claro que no se puede comparar ETA con las corridas de toros, mucho más perniciosas por supuesto. El mismo Montilla da la explicación: “La afición en Cataluña es reducida”. Democracia y respeto se llama esto, sí señor.
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