Lo malo de mi sugerencia a Brian Currin y compañía es que probablemente estarían dispuestos a llevarla a cabo. E incluso en las mismas condiciones que con ETA, es decir, a petición de los terroristas y con la pretensión de montar una mesa de negociación con sus reivindicaciones.
Y es que el problema de estos mediadores internacionales, más que la ignorancia, es el de la idiotez moral, la incapacidad para distinguir entre asesinos y víctimas y la consiguiente disposición a mediar entre ambos como si de las dos partes de una guerra se tratara.
La diferencia entre lo de Currin con ETA y la hipotética mediación con Al Qaeda es que esta segunda sería tan repudiada por todas las esferas sociales que quien la propusiera en Gran Bretaña tendría que salir corriendo del país, tal sería la indignación. Y sugiero el ejemplo de Gran Bretaña porque algunos de los mediadores internacionales son británicos, y Gran Bretaña, de la misma forma que nosotros, ha sufrido terribles atentados de Al Qaeda.
De ahí que, de momento, se centren en hacer de mediadores para ETA pues todavía hay muchos en el País Vasco y bastantes en toda Europa que encuentran muy lógico y natural esto de resolver el “conflicto” entre estos asesinos en concreto, los de ETA, y la sociedad democrática.
ETA
