Conozco muy bien la enfermedad, la he analizado unos cuantos cientos de veces, la observo a mi alrededor. Y, sin embargo, hay días que vuelve a ponerme los pelos de punta, que me revuelve, que me indigna como si la viera por primera vez. Me refiero al virus de la intolerancia que contamina el País Vasco, a la enfermedad totalitaria que ha degradado a esta sociedad que celebra elecciones disfrazando de normalidad su enfermedad.
Repasad dos entrevistas que ha publicado la edición vasca del periódico El Mundo el viernes y ayer, sábado, para saber a qué me refiero. Con dos creadores, con dos “voces con talento”, titula la entrevistadora Leyre Iglesias. Uno es el cineasta Gorka Merchán, el otro, el diseñador Ion Fiz.
Les preguntan por un político al que odien. Y no, no mencionan a un dirigente del brazo político de ETA, a uno que apoye el crimen. Sus odios se dirigen hacia los demócratas. Uno menciona a Antonio Basagoiti, el otro a Mariano Rajoy. Por españoles, supongo. Tiemblo al pensar en las creaciones de estos dos “jóvenes con talento”, que dice la entrevistadora. Seguro que llevan burka.
Intolerancia