Era improbable que los afiliados socialistas quisieran suicidarse electoralmente y no lo han hecho. Mayoritariamente, han pensado lo mismo que todos esos analistas de la derecha que preferían a Sánchez sobre Madina. Sánchez no era “el candidato de la derecha”, como llegó a insinuar Madina para desacreditarle, sino el secretario general que más posibilidades tiene de recuperar el centro político para el PSOE.
Por eso es una mala noticia para el PP, porque el PSOE de Pedro Sánchez está bastante mejor situado para disputarle el centro político, allí donde se sitúan la mayoría de los electores, que el PSOE de Madina. Con Madina, el PSOE iba a disputar la extrema izquierda a IU y a Podemos y dejar, de paso, ese centro, al PP, a UPyD y a Ciutadans.
Pedro Sánchez deberá concretar a partir de ahora cada una de sus posiciones, pero, de entrada, parte con algunas diferencias relevantes respecto de Madina. Un estilo moderado y dialogante, crítico con los populismos, identificado con la socialdemocracia y diferenciado de la extrema izquierda y una posición mucho más clara en el apoyo a la unidad nacional y contra la secesión nacionalista.
