Edurne Uriarte el 13 mar, 2009 La cabra tira al monte y en el caso de la cabra a la que me refiero, que soy yo misma, uno de sus montes preferidos es el de la incorporación de las mujeres a la vida pública. De ahí que empiece el primer día de esta nueva etapa de mi blog desde ese monte en particular. Para deciros que así no hay manera. Que haciendo de mujercitas de hace un siglo no vamos a parte alguna. Y lo digo esta vez por Michelle Obama que va camino de convertirse en Michelle Bruni-Obama. La representante de las mujeres americanas que dedica su vida a lucir modelitos y a hablar de sus tareas de madre, mientras el hombre, su marido, gobierna el mundo. Descubrí por primera vez la foto que os enseño, la foto oficial de la primera dama americana, en The Huffington Post. Y descubrí, sobre todo, los comentarios de los participantes, que es lo que me interesa. Que si el vestido es bonito, que si le queda bien, que si los brazos son espectaculares, que si están torneados, que si hace gimnasia. Los brazos han hecho furor, tanto que, desde entonces, hace unos diez días, los brazos se han convertido en la principal aportación de Michelle Obama al debate americano. Ahí es nada. Aturdida por tanto éxito, la heroína de los brazos torneados, ha dado carpetazo hoy al asunto en una entrevista en el programa Good Morning America. He decidido cubrirse los brazos, le ha comunicado a una de las presentadoras más pelotas que he visto en mi vida, mientras reflexionaba sobre su papel como madre y esposa, que es su otra aportación al debate americano. Michelle Obama no es responsable de que los americanos mantengan esta rancia y decrépita figura de la primera dama. Pero sí es responsable de estar encantada con ella y de poner su máximo entusiasmo en mantenerla igual de rancia y de decrépita. Mujeres Comentarios Edurne Uriarte el 13 mar, 2009