Me pregunto a quién perjudica más la estrategia del grupo Prisa en el caso Gürtel, si al PP o a la propia Prisa. Y lo digo por ese empeño de Prisa en mantener vivo el caso como sea, a costa de ponerse en ridículo ella misma y quizá también a costa de la ética periodística.
Menciono el ridículo sobre todo por el vídeo de las “guarrindongas” emitido por una televisión del grupo en el que la “prueba de cargo” contra el PP es una grabación de la Policía a Correa en la que éste asegura haber organizado una fiesta a la que acudió un alcalde del PP de un pueblo del que no he oído hablar jamás con unas ”tías muy guarrindongas”. Me pregunto qué son unas “tías muy guarrindongas”, ¿mujeres a las que les gusta el sexo?, ¿que visten ligeras de ropa?, ¿que cobran por desnudarse? ¿o por el sexo? Dependiendo de la respuesta, Prisa podría verse en la tesitura de tener que emitir vídeos de acusación contra ella misma por promocionar tantas “tías y tíos guarrindongas” en sus páginas y en sus programas.
Y menciono la ética periodística por lo de hoy contra Rita Barberá. Otra grabación policial, Rubalcaba, siempre Rubalcaba, en la que el Bigotes afirma haber regalado bolsos de Vuitton a Rita Barberá. El propio Bigotes también declara en la misma grabación que Barberá nunca les ha dado nada. Pero ahí está Barberá en la primera de Nacional de El País, fotografiada con un Vuitton que se insinúa es regalado y presentada como una corrupta.
Barberá amenaza con querellarse, y no me extrañaría que lo hiciera, mientras que los lectores se dicen probablemente a si mismos que si es esto lo que Prisa tiene de la Gürtel valenciana, apaga y vámonos.
Ética periodística
