Yolanda Gómez el
28 feb, 2019
Acabamos de conocer las conclusiones de la Comisión creada en el congreso para investigar la crisis financiera más profunda que ha tenido España y que ha costado al conjunto de los contribuyentes al menos 42.000 millones de euros.
Debo decir, para ser honesta, que no creo demasiado en las comisiones parlamentarias de investigación, sobre todo cuando los asuntos que se tratan están ya en la vía judicial, como es el caso. Me parece que en la mayoría de las ocasiones, en lugar de servir para sacar conclusiones de lo que ha podido fallar, y plantear medidas para que los hechos no vuelvan a ocurrir,se utilizan para hacer política, denigrar al contrario, o hacerle pagar la pena del telediario, sin llegar después a ninguna conclusión. Y esta ocasión, las cosas no han sido muy diferentes.
En las conclusiones , y pese a las recomendaciones de los juristas del Congreso, sus señorías han sido bastante duras con los órganos supervisores, al Banco de España y a la CNMV, a los que acusan de haber dejado a los bancos y a las cajas comercializar las preferentes, o haber permitido a Bankia salir a Bolsa con las cuentas algo más que dudosas. Y puede que algo de razón no les falte. Pero en este dictamen echo de menos lo que en mi opinión es más importante: la autocrítica por el importante papel que jugaron los políticos en la crisis . Que casi dos años después de su inicio, tras escuchar a más de 80 políticos, banqueros, supervisores y auditores durante 207 horas y media y tras revisar 18.560 archivos, la comisión del Congreso de los Diputados que ha investigado la crisis financiera desde el origen de la burbuja hasta el rescate del Popular concluya que hubo dejación de funciones de los supervisores, pero que la politización de las cajas no fue clave en la quiebra, es cuando menos sospechoso.
Porque que no nos engañen. No fue una crisis de la banca, como les encanta decir a algunos políticos, fue fundamentalmente una crisis de las cajas de ahorros gestionadas por políticos y en buena parte debido a esa mala gestión. ¿Cómo explican si no que las entidades financieras privadas gestionadas con criterios económicos, superaran la crisis sin costarnos un euro, y la mayoría de las cajas quebrase y el Estado tuviera que salir al rescate?
De modo que, señorías, aunque no lo hayan dejado por escrito, confío en que hayan aprendido la lección, y se dediquen a lo suyo, que sus aventuras financieras nos han salido muy caras a todos los españoles.
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Yolanda Gómez el
28 feb, 2019