Perdonarse, no tener miedo a los errores y quererse bien, claves para ser felices que María Jesús Álava propone en su nuevo libro
Asegura María Jesús Álava que ser feliz no depende tanto de lo que nos pasa como de la forma en que nos contamos la película de lo que nos pasa. Lo explica en su nuevo libro «Las tres claves de la felicidad», un manual para llegar a buen puerto a la hora de lograr el principal objetivo al que la mayoría de la gente aspira, según Platón.
-¿Es usted feliz?
-Me considero muy feliz y con mucha suerte en la vida. Naces en un contexto y una familia en los que te sientes bien, en un país con un buen clima y un entorno amistoso. Me dedico a algo que me apasiona y que me aplico en primera persona. Este libro surgió cuando me preguntaron por la clave de mi felicidad. Y es precisamente que me perdono muy bien.
-¿Los españoles somos felices?
-La mayoría mienten cuando les preguntan. Dicen que sí pero desconocen las claves para lograrla. Todo el mundo quiere ser feliz, pero no nos han enseñado a serlo.
-¿Se puede aprender a ser feliz?
-Sí, incluso a los 80, sólo hace falta un requisito previo: querer ser feliz y querer intentarlo. Hay que superar resistencias, barreras y hábitos inadecuados, pero si tienes la firme convicción y te dejas guiar por profesionales o determinadas lecturas, se puede conseguir.
-¿Es todo aprendizaje o la genética también influye?
-Desde la Psicología hemos visto que la capacidad para ser feliz naces con ella en gran medida, en un 50%. En el otro 50%, las circunstancias sólo influyen un 10%. El carácter, que es lo que podemos aprender y desarrollar, es el 40% restante. Se puede aprender a ser feliz incluso aunque hayas nacido siendo pesimista, inseguro o miedoso. Con tres meses ya se ve si un bebé esta programado para ser feliz. La psicología actual tiene muchos recursos para mostrar a una persona cómo puede alcanzar la felicidad.
-¿Hay formas de pensar que nos hacen infelices?
-Las personas negativas, pesimistas, catastrofistas, que dan vueltas constantemente a hechos del pasado pocos satisfactorios o que se condicionan ante situaciones futuras que no se saben si llegarán tienen más dificultad para ser felices.
-¿La antítesis de la felicidad?
-La envidia. Los envidiosos jamás son felices porque constantemente anhelan lo que no tienen. Pueden ser muy manipuladores y crear un ambiente tan tóxico a su alrededor. Hay que tener mucho cuidado con ellos porque no tienen límites con tal de conseguir su objetivo. Y una de las cosas que más envidia les produce es ver a las personas felices.
-¿Que importancia tiene la autoestima en la felicidad?
-Para ser feliz hay que tener la autoestima alta y para eso te tienes que sentirte segura, con estabilidad emocional y contenta contigo. pero es imposible que una persona se sienta bien si no es capaz de perdonarse previamente.
-¿El miedo al fracaso nos limita?
-Quien no se arriesga no gana. Las personas con buen equilibrio emocional saben que cuando intentan cosas puede que no salgan bien, pero sabrán reaccionar y buscar una alternativa, sin menoscabo de su propia valía.
-¿Las personas con una meta en la vida son más felices?
-Si tienes una meta tienes una ilusión. Podemos vivir con poco dinero y poca salud, pero no sin ilusiones. Las necesitamos para encontrarnos bien. Sin retos y metas no se puede ser feliz.
-¿Por qué los hombres se declaran más felices que las mujeres?
– Porque se perdonan más a sí mismos y a los demás. Nosotras tenemos mucha capacidad de lucha y sacrificio pero nos perdonamos poco y nos responsabilizamos de casi todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Lo hacemos de forma casi automática.
-¿La felicidad influye en la salud?
-Sube las defensas y alarga la vida ocho años. Está comprobado.