Emilio de Miguel Calabia el 02 may, 2024 En los años setenta del siglo XX llegó una nueva generación de élites que no había vivido las turbulencias anteriores y de manera egoísta empezaron a desmantelar el pacto social previo. Desempolvaron las ideas de los economistas neoclásicos, que hasta entonces habían sido marginales, y las convirtieron en hegemónicas. El punto de inflexión fue la presidencia de Ronald Reagan. A partir de ese momento el lema fue que la codicia era buena e incluyo ayudaba al crecimiento económico. Asimismo las políticas sociales pasaron a segundo plano. Se defendió que si la economía iba bien, los trabajadores se verían beneficiados por esa mejora y no harían falta costosas políticas sociales. Era mentira. A partir de la década de los 80 del siglo XX el número de superricos en EEUU se disparó. De 66.000 hogares que podían ser considerados como tales en 1983 se pasó a 693.000 en 2019.Suena muy positivo hasta que uno cae en la cuenta de que su enriquecimiento se hizo a base del empobrecimiento del 99% restante. Es lo que Turchin denomina “la bomba de riqueza”, que bombea los recursos de los de abajo para dárselos a los de arriba. Los salarios de los trabajadores sufrieron una presión a la baja que ha durado décadas y cuyas causas fueron: 1) La inflación en la oferta de mano de obra. Entraron en el mercado laboral los niños del baby boom y la incorporación de la mujer al mercado laboral, permitió a las empresas bajar los salarios reales al entender que ahora en los hogares entraban dos sueldos. Por si eso no fuera poco, la caída del comunismo hizo que los trabajadores de los Estados ex-comunistas se unieran a la oferta global de mano de obra; 2) El aumento de la inmigración; 3) El traslado al extranjero de muchas empresas como resultado de la globalización disminuyó la demanda de mano de obra; 4) La debilitación de las instituciones que habían protegido a los trabajadores, que fue acompañada de la pérdida de poder negociador por parte de éstos. Pero más allá de los factores que hicieron que hubiera un aumento de la oferta de mano de obra y un descenso de la demanda, se dieron otros dos causas: 1) El aumento de poder de los ricos, que les permitió mantener las remuneraciones bajas y apropiarse de los aumentos de la productividad; 2) Una ideología política y económica que justificaba este estado de cosas. La elección de Trump en 2016 es el resultado de todo lo señalado antes. Trump es el primer presidente que ha llegado al cargo sin ninguna experiencia política previa. Pertenece a la cohorte que se ha creado de superricos que, habiendo triunfado en los negocios, aspiran al poder político. Un hombre de sus características no habría podido llegar a la presidencia en, digamos, 1990; le habría faltado credibilidad. Pero en 2016 la pauperización de buena parte de la población era mucho más aguda que en 1990 y muchos habían dejado de creer en las instituciones y en lo que consideran como “el sistema”. Trump triunfó porque convenció a esa parte del electorado de que él era un candidato antisistema. La situación es aún peor. Se ha roto el consenso político, social y cultural que existió, pero nada ha venido a sustituirlo. Las posiciones más extremas a izquierda y derecha son las que llevan la voz cantante. Pero irónicamente en cuestiones económicas hay una cierta convergencia entre parte de la extrema derecha y parte de la extrema izquierda. Algunas otras ideas del libro, que no aparecen en los párrafos precedentes: + La poligamia produce ciclos de integración más breve , ya que la sobreproducción de candidatos a la élite es mucho mayor. Mientras que en las sociedades monógamas el ciclo integración-inestabilidad dura entre 200 y 300 años, en las sociedades polígamas dura un siglo. + Turchin introduce el concepto de la inducción dinámica. Este concepto lo introdujo el físico Christiaan Huygens, cuando se dio cuenta de que varios metrónomos que al comienzo oscilan al azar desincronizados, acaban oscilando al unísono en perfecta armonía. Turchin aplica esta idea a la sociología, aunque no es el primero que lo hace. Así, en el siglo XVII tuvo lugar una crisis general que se extendió por toda Eurasia: en fechas cercanas se produjeron las rebeliones de 1640 contra la Monarquía hispánica, la Guerra de los Treinta años, la guerra civil inglesa, las guerras de la Fronda en Francia, el período de los tumultos en Rusia y la caída de la dinastía Ming en China. A este período le sucedió uno de paz interna en el siglo XVIII. Posibles explicaciones de esta sincronía: son cambios climatológicos que hayan producido malas cosechas y hambrunas; pandemias, que suelen ir asociadas a períodos de gran inestabilidad sociopolítica. + La importancia de las tradiciones culturales en política. Por ejemplo, en el caso de Egipto en los momentos de inestabilidad la tendencia natural es recurrir a las élites militares. En China, en cambio, la principal fuente de poder es la Administración y sus burócratas. Los elementos más radicales de la Revolución Cultural fueron derrotados y aplastados por el Ejército. Pero cuando los tumultos hubieron pasado, el poder volvió naturalmente a la burocracia del Partico Comunista Chino. En el caso de EEUU el sistema por defecto es la plutocracia. + La inmigración que baja los salarios de los trabajadores al aumentar la mano de obra. Un ejemplo lo tenemos en EEUU que a desde comienzos de la década de los 20 del siglo XX aprobó leyes que restringían la inmigración y que tuvieron el efecto de impulsar al alza los salarios. Turchin apunta un hecho contradictorio: la izquierda, que defiende los intereses de los trabajadores, está a favor de la inmigración, mientras que la derecha, que se alinea más con los intereses de los empresarios está más bien en contra. + A menudo sobreestimamos el poder de los gobernantes y subestimamos la fragilidad de los Estados. Los ejemplos de Estados autoritarios que quebraron con mucha celeridad son legión: el régimen del emperador Nerón, la dictadura del cubano Batista, la Rumanía de Ceaucescu, el régimen de Gadafi, la caída de la República Islámica de Afganistán en 2021… La conclusión del libro de Turchin, que se veía venir, es que EEUU está en vísperas de una gran crisis. Las 246 páginas de libro lo demuestran. Otros temas Tags Donald TrumpNeoliberalismoPeter TurchinRonald Reagan Comentarios Emilio de Miguel Calabia el 02 may, 2024