Ludmila Vinogradoff el 20 sep, 2011 Va por la cuarta quimioterapia en La Habana y no se sabe si habrá una quinta etapa, posiblemente dentro de 21 días, desde que le sacaron el tumor cancerígeno de la pelvis el 20 de junio pasado en la misma clínica cubana. La tercera quimio se la hizo en el Hospital Militar de Caracas de donde se filtraron muchos datos que están circulando en la red cibernética a pesar de las fuertes barreras que rodean al personal médico local. Aparentemente es un “sarcoma Evo y Chávez en La Habana de vejiga” que tiene problemas porque el tratamiento no logra controlarlo del todo. Lo sorprendente es que el presidente Hugo Chávez, de 57 años, niega que esté enfermo y que permanecerá en la Presidencia, por lo menos, hasta el 2021. Eso es lo que sueña y ya sabemos que soñar no cuesta nada. El mandatario ha hecho de todo para recuperar su maltrecha salud pero su condición de vida le está pasando factura. Ha recurrido a los curas –anteriormente maltratados- para que le hagan misa y oren por su recuperación; también ha invocado sin ningún pudor a los santeros, babalaos y cuanto brujo exista en el Caribe. Baila, canta y zapatea para mostrar que va bien. Incluso ha invitado a su amigo Evo Morales para que diga que se está recuperando en La Habana. El presidente boliviano no se ha ruborizado para certificar que ha desaparecido el cáncer. “¿Y cuánto le ha costado a Venezuela su declaración?”, se preguntan los venezolanos. Lo cierto es que la enfermedad no ha moderado el talante autoritario, totalitario y autocrático de Chávez, según critican sus adversarios. Por ejemplo, a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que favorece al ex alcalde Leopoldo López, responde sarcástico: “La CIDH es un cero a la izquierda, el corte de mi cabello vale más”, dice tocándose la calva. Tampoco ha querido enfrentar las críticas que le ha hecho la opositora Mesa de la Unidad Democrática de permitir que Guyana extienda la plataforma continental de 200 a 350 kilómetros en el Atlántico de la zona reclamada por Venezuela del Ezequibo. Chávez sólo responde que son ataques de la oposición pitiyanqui y se hace la vista gorda ante las descaradas inversiones de las multinacionales para explotar las riquezas en el territorio reclamado. Tampoco aborda con eficacia los problemas como la agobiante inseguridad personal y jurídica, la inflación, la escasez de comida y vivienda, el alto desempleo y el deterioro de la infraestructura del país. política Tags cáncerchávezcubaenfermedadevoEzequivoGuyanala habanaoposiciónquimioterapia Comentarios Ludmila Vinogradoff el 20 sep, 2011