Ludmila Vinogradoff el 06 ago, 2018 El supuesto atentado contra Nicolás Maduro el pasado sábado 4 de agosto en la céntrica caraqueña avenida Bolívar, durante la celebración del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, fue un intento fallido de derrocamiento que nadie se lo cree. Cilia Flores y Maduro asustados Y aunque fue reivindicado por un grupo militar denominado “SoldadodeFranela”, completamente desconocido hasta ese día, ningún otro sector venezolano ha venido a respaldar la intentona fallida del supuesto derrocamiento fallido. Los chavistas han estado 19 años en el poder en Venezuela bajo el manto paranoico del miedo. No han podido deslastrarse de esa inseguridad porque ellos mismos no están convencidos de que lo estén haciendo bien pese a la propaganda que les reafirma que van por el buen camino. Pues no es así. En 19 años de chavismo éste sería el segundo atentado frustrado, si es que lo hubo. Hay que ver para creer dicen los cristianos. Hace 9 nueve años en la finca Daktari, cercanías de Caracas, tuvo lugar el caso de los “paracachitos” (los paracos colombianos que dejaron bandejas de panecillos tipo croisant) que el caudillo de Hugo Chávez, 2009, detuvo a más de 100 supuestos conspiradores colombianos que iban a derrocarlo. Nunca se comprobó el complot fallido. Pero ahí quedó el supuesto atentado para la reseña periodística. El extinto Chávez había denunciado unos 60 magnicidios en sus 13 años en el poder para seguir emulando a su idolatrado Fidel Castro que llevaba unos 600 intentos en su haber durante 59 años al frente de Cuba. Maduro no ha querido quedar atrás y ha anunciado varios intentos pero el único medio serio que ha trascendido es el del sábado 4 de agosto en la Avenida Bolívar. El supuesto atentado contra Maduro es más dudoso que no lo ayuda ni lo perjudica, y en última instancia el régimen intenta sacar provecho de algo que le vino del cielo o que lo provocó. Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación, afirma que los autores estuvieron seis meses planificando. Allí sí pudo decir la verdad porque no han mostrado a los supuestos autores del atentado a la prensa. ¿Quiénes entonces fueron los responsables?. Todo en secreto como el régimen suele tratar estos asuntos de interés público. Tampoco hay certeza de que fueran dos drones con 1 kilo de C4 cada uno, como afirma el ministro del Interior Néstor Reverol, que detonaron frente a la tarima presidencial donde Maduro y su mujer Cilia Flores y al alto mando militar se sobresaltaron con la explosión. Hay la presunción de los Bomberos que investigaron el caso y afirman que una bombona de gas explotó en ese momento en las Residencias Eduardo, primer piso, a una cuadra donde estaba la tarima presidencial, entre las esquinas El Viento y Miseria. La historia se repite. Como ocurrió en el 2009 con la historia de los “paracachitos”. Hubo una cacería fuerte contra todos los opositores. Esta vez también la persecución viene con todo. El régimen necesita sangre para justificarse. política Tags atentadonicolás maduroSoldades de franela Comentarios Ludmila Vinogradoff el 06 ago, 2018