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Blogs El bochinche venezolano por Ludmila Vinogradoff

Campeonato de amenazas

Ludmila Vinogradoff el

Entre Nicolás Maduro y su segundo en el mando, Diosdado Cabello, hay una rivalidad feroz en mostrar cuál de los dos lanza mayores amenazas contra el mundo y los venezolanos. Y en ese campeonato dudamos quien vaya a ganar porque un día el primero dice una cosa y después salta el otro para tratar de superarlo en la misma onda.

Diosdado Cabello y Nicolás Maduro

La cuestión es que los dos competidores malgastan el tiempo en ver cómo destruyen a sus adversarios políticos mientras el país se desmorona en pedazos y no presentan soluciones para levantarlo de las ruinas que el mismo régimen dictatorial ha causado, sino seguir robando.
La ola de protestas que recorre Chile, Ecuador, Perú y Bolivia, se la quieren atribuir a “la brisita bolivariana” que amenaza con convertirse en “huracán”, según Cabello y luego Maduro lo complementa al afirmar que está todo ocurriendo según lo planificado por el Foro de Sao Paulo y la ayuda de Putin.
El régimen chavista sueña con tener una influencia y protagonismo en América Latina que no existe porque ya no tiene capacidad de financiar a los grupos de izquierda como lo hacía antes por la caída de los precios petroleros, sumada a la destrucción de la estatal Petróleos de Venezuela.
La época de las vacas gordas ha pasado a la historia de cuando Hugo Chávez costeaba las cumbres paralelas internacionales de los miembros del Foro de Sao Paulo y sus viajes. Algo del pasado ha quedado en la memoria de esos grupos resentidos que ahora incendian, saquean y sabotean porque su objetivo es desestabilizar a los gobiernos democráticos.
Anulado el poder del petróleo, el régimen lo máximo que puede ofrecer ahora es pagar con pepitas y lingotes de oro, el coltán y los diamantes del Arco Minero del estado Bolívar, al sur del país, el nuevo “Dorado” de sangre donde reina la ley de la selva y los fusiles de la Guardia Nacional, del ELN y las FARC.
Pese al desprestigio internacional de la dictadura de Cabello y Maduro, los dos celebran como suyos los incendios y destrozos provocados, «En Chile la gente está pidiendo la Asamblea Nacional Constituyente y ¿sabes qué piden? Pensiones igual al salario mínimo, reconocimiento de los pueblos originarios, educación libre y gratuita, ¿a qué suena eso? a Venezuela», afirmó Cabello en rueda de prensa desde Bolívar.
Pero olvida que es el mismo método del foquismo y la guerra de guerrillas, que los “robolucionarios” chavistas han aplicado en el nombre de los pobres para luego sumirlos en la miseria. Nada nuevo. Solo un buen momento, una coyuntura,  para aprovecharse de la ola andina de protestas. Cabello y Maduro deliran con ser influyentes en la región cuando no pasan de ser unos devaluados bravucones sin plata que regalar.

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