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Blogs El bochinche venezolano por Ludmila Vinogradoff

El Carnet de la Patria chavista

Ludmila Vinogradoff el

El Carnet de la Patria es el salvavidas de Nicolás Maduro. No está concebido para combatir la pobreza y ayudar a los venezolanos para que puedan superar el hambre, sino para hacerlos más dependientes del sistema populista con el que forman la base que sustenta el régimen.

Carnet de la Patria

Con ese carnet el régimen cuenta con el número de votantes necesarios para perpetuarse en el poder mediante la coacción y el chantaje para que vayan a votar en las elecciones por los candidatos chavistas-maduristas, que es otro de los delitos del fraude electoral.

El mismo Maduro ha resaltado el carácter obligatorio de inscribirse para obtener el carnet de la patria, que será necesario tener para tener la bolsa de comida de los Claps (Comités Locales de Administración y Producción), inscribirse en las universidades e institutos públicos, optar por una vivienda, tener medicinas, becas, un cupo en los hospitales, créditos de la banca estatal y otras prebendas.

Este fin de semana concluyó el plazo para sacarse el carnet.  “475.530 personas sacaron el Carnet de la Patria, de los cuales 354.637 lo sacaron por primera vez, de ahora en adelante vamos a gobernar con el Carnet de la Patria, tenemos muchas sorpresas”, afirmó Maduro.

El mandatario venezolano recordó que para los comicios que se llevarán a cabo el próximo domingo 10 de diciembre, donde se elegirán los 335 nuevos alcaldes, los ciudadanos deben presentar su Carnet de la Patria y verificarlo en los puntos, donde se escanaeará el código QR.

Esta  plataforma fue creada por los  trabajadores de la telefónica Cantv y técnicos chinos, en el marco de la alianza estratégica que mantiene Venezuela con la nación asiática, con el fin de realizar pagos electrónicos con el código “QR” del carnet  de la Patria.

Prometió que si votan el domingo 10 por los candidatos oficialistas obtendrán un “regalo” de 500.000 bolívares en su cuenta del carnet.

Ya los maduristas no se sonrojan ni tienen escrúpulos para chantajear con el carnet. Para la oposición esto es inaceptable y discriminatorio. La vida en Venezuela se ha hecho insoportable por el colapso económico y la hiperinflación, y para enfrentarlo el régimen  propone el carnet para continuar en el poder.

Este carnet es como vender su voto al diablo. Es comida para hoy y hambre para mañana. Pero muy pocos tienen conciencia de que es un instrumento perverso y maligno con el cual se pierde la libertad de elegir sin condiciones previas.

La popularidad de Maduro ronda el 20% con un rechazo de 80%  y con esa cifra piensa reelegirse otra vez en el cargo para prolongar la agonía que padecen los 30 millones de venezolanos.

 

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