Ludmila Vinogradoff el 13 sep, 2012 La escalada de la violencia política y social se intensifica en la recta final de las elecciones presidenciales del 7 de octubre, incendiando las calles y sembrando el terror. La de ayer se saldó con 20, 14 ó 4 heridos, entre ellos un fotógrafo de la agencia AFP, varios coches destrozados y quemados, uno de ellos, el camión de la campaña de Henrique Capriles Radonski. Este es el tercer episodio violento contra la campaña del abanderado de la oposición desde que empezó la semana pasada con un pequeño escarceo en Petare, continuó el fin de semana con grupos armados encapuchados en Los Flores de Catia y la Vega en Caracas, bastiones chavistas, y ayer en Puerto Cabello en el centrista estado de Carabobo. Lo que para Capriles es una “guerra sucia, miedo, confusión es lo que quiere generar un gobierno desesperado, los venezolanos saben que el futuro es indetenible y nuestro”, según escribió en su cuenta de twitter. Pero su rival el presidente Chávez no se da por aludido y afirma que no hay tal “guerra sucia”. El joven candidato de 40 años no se ha detenido ante las emboscadas y saboteos que le preparan sus enemigos en su recorrido de pueblo por pueblo. En Puerto Cabello llegó ayer en un pequeño peñero no obstante los enfrentamientos. Hasta ayer ha visitado 230 de los 300 pueblos que contempla su agenda, mientras Chávez se ve limitado a los actos sedentarios y mediáticos por su enfermedad cancerígena de la cual dice estar completamente “curado”. El estilo es el de siempre. El saboteo de los actos de Capriles empieza con emboscadas y bloques de calles por parte de chavistas que terminan en enfrentamientos entre los simpatizantes de ambos bandos. Lo que desconcierta es el grado de cinismo por parte del oficialismo. La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, se lava las manos y el jefe del Comando Carabobo, el alcalde caraqueño Jorge Rodríguez, no asume responsabilidades y con su cara bien lavada acusa a la policía de Puerto Cabello de “tirar la primera piedra” a los chavistas en el acto de Capriles. Pero todos se preguntan ¿ por y para qué los chavistas están siempre en los actos de la oposición?. De esta manera se configura como una tendencia irrebatible la política de incitación al odio y miedo desde el gobierno de Chávez contra el candidato de la oposición para activar las pasiones y los enfrentamientos. Esta política parece que representa un plan de sabotaje contra la campaña triunfante de Capriles y a la vez desestabilizadora contra las elecciones para empañar el proceso y justificar eventualmente un palo a la lámpara, comentan analistas políticos. Chavistas bloquean acto de Capriles en Puerto Cabello Los enfrentamientos Manifestante herido en Puerto Cabello Camión de Capriles quemado Capriles llega en un peñero. política Tags campañachavistasenfrentamientosHenrique Caviolencia Comentarios Ludmila Vinogradoff el 13 sep, 2012