Si tienes un poco de inquietud en cuanto a la alimentación se refiere, quizás has oído hablar de la verdolaga. Una nueva (no tan nueva) hoja verde que puedes introducir en tu alimentación, que poco a poco se cuela más en los perfiles de las redes sociales en forma de ensalada o smoothies, y de la que hoy te quiero contar un poquito más. La verdolaga (Porturaca oleracea) es una planta que podemos encontrar de forma silvestre y que habitualmente es conocida por sus usos farmacéuticos, aunque también forma parte de la cultura gastronómica de muchos países latinoamericanos, siendo México el principal consumidor. Actualmente podemos encontrar la planta en casi todas las partes del mundo, aunque en muchos países es considerada como maleza y por lo tanto, su cultivo se limita a aquellos países consumidores de este vegetal.
Toda la planta es comestible, tanto tallo como hojas y flores y organolépticamente nos aporta toques ligeramente ácidos y salados.
En la historia, muchas fueron las culturas que consumieron la verdolaga, como en el caso de la cultura Egipcia, donde su consumo era habitual en forma de ensalada. También hay indicios de que esta planta se consumía en la Antigua Grecia, aunque estaba más relacionada con la medicina tradicional. A pesar de que su consumo se extendió por la cuenca del Mediterráneo, muchos indicios muestran que la verdolaga es una planta originaria de la India, y su consumo por el Medio Oriente fue extendido debido a las propiedades medicinales que se le otorgaban.
En cuanto a las propiedades que se le atribuyen a la verdolaga podemos destacar:
Su bajo valor calórico. Como toda hoja verde que se precie, la verdolaga nos aporta muy poquita energía embebida en grandes cantidades de agua y de fibra. Por lo que es muy recomendable añadirla en nuestra dieta, ya que nos aportará saciedad, mucha hidratación y mejoría en lo que se refiere al transito intestinal.
Además y lo más destacable, es que según el estudio: Purslane Weed (Portulaca oleracea): A Prospective Plant Source of Nutrition, Omega-3 Fatty Acid, and Antioxidant Attributes. La verdolaga, presenta en su composición ácidos grasos omega 3, por lo que al igual que los pescados azules, los frutos secos y el aguacate son un excelente cardioprotector, que la hace super interesante a su vez en dietas vegetarianas para potenciar el consumo de omega 3.
Según el mismo estudio contiene polifenoles y antioxidantes como la vitamina A, C, el alfa-tocoferol, betacaroteno y glutatión. Los antioxidantes protegen nuestras células del envejecimiento prematuro y la inflamación.
Su contenido en minerales también es importante ya que posee:
- Magnesio (mantiene en buen estado la contracción muscular, nuestros huesos y el sistema inmunitario) : 68 mg cada 100 g.
- Potasio (que nos va a ayudar a mejorar la hipertensión, la salud cardiovascular y la retención de líquidos): 494 mg cada 100 g.
- Calcio (necesario para el buen funcionamiento del corazón y de nuestra salud ósea): 65 mg cada 100 g.
La verdolaga también contiene oxalatos (71 a 869 mg cada 100 g). Los oxalatos son sustancias que se unen al calcio formando un complejo insoluble que no podemos absorber y por tanto se inhibe la absorción del calcio. Por esta razón la recomendación es no consumir simultáneamente alimentos ricos en oxalatos con aquellos que sean ricos en calcio.
El consumo de la verdolaga no es recomendable para personas que sufren de úlceras o problemas gástricos, ya que puede aumentar la movilidad intestinal. También es desaconsejable para embarazadas o en la fase de lactancia. En cualquier caso, recordarte que está desaconsejado recolectar cualquier tipo planta silvestre, sobretodo si no las conoces a la perfección ya que podría ser peligroso.
¿Cómo puedo aplicar la verdolaga en mi cocina?
Realmente la verdolaga tiene multitud de aplicaciones gastronómicas más allá de incluirla en nuestra dieta en crudo. No debemos limitarnos a consumir las hojas en crudo exclusivamente en ensaladas. También podemos realizar otras elaboraciones sumergiendo las hojas en una salmuera o realizando encurtidos con ellas. Con esto obtendremos productos que tengan un valor añadido ya que nos servirán no solo como ingrediente principal, sino que también podremos utilizarlas para acompañar nuestros platos favoritos. Además de recordarte que serán un excelente probiótico.
Como sucede con la mayoría de hojas, no debemos aplicar cocciones muy largas, sino que para mantener su textura y propiedades, deberemos cocinarla poco tiempo a una temperatura baja.
Mi recomendación, comienza usandola para cocinar ensaladas, acompañar platos, hacer smoothies, sandwich y poco a poco ve introduciendola en tu dieta ya que es un alimento con mucha proyección por sus cualidades.
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
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