Con la llegada de las altas temperaturas, las playas y los paseos marítimos se llenan de personas que buscan desesperadamente pasar los días cerquita del mar sintiendo la brisa marina y refrescándose cada dos por tres. Pero en ocasiones, el querer desconectar de la rutina al máximo y no querer separarnos del mar conlleva el descontrol en nuestras comidas.
Generalmente, en las playas tenemos infinitas opciones gastronómicas que para días puntuales y de forma moderada, no están mal, pero si vamos a pasar un periodo más largo de vacaciones puede resultar un perjudicial para nuestra salud y un desembolso económico bastante grande.
Por eso llevarnos nuestros propios snacks, bebidas y comidas saludables a la playa no tiene porque ser ni imposible, ni aburrido y hoy te lo voy a demostrar, por que podemos optar por infinitas recetas que están riquísimas, son nutritivas y encima saludables. No se puede pedir más.
Como vamos a pasar el día al sol y bajo altas temperaturas, a la hora de preparar nuestra nevera lo primero en que debemos pensar es en asegurarnos una correcta hidratación.
Agua fresquita debe de ser la bebida por elección, pero si somos de los que nos cuesta beber agua o simplemente nos apetece innovar, podemos llevar infusiones, tés fríos o aguas de sabores preparadas en casa con trocitos de fruta o vegetales y hierbas aromáticas. Eso sí, tenemos que evitar aquellas que vienen preparadas y que pueden contener mucho azúcar. Recuerda siempre comprobarlo en el etiquetado nutricional.
Además, también tenemos que tratar de evitar las cerveza o bebidas alcohólicas por muy apetecibles que resulten, ya que por su gran efecto diurético favorecen la deshidratación.
Aún así, en días de mucho calor es conveniente que en nuestros menús añadamos alimentos ricos en agua para favorecer la buena hidratación, ya que muchas veces con la bebida únicamente no es suficiente.
De esta manera, la base de nuestros platos deben de ser verduras, hortalizas y frutas, que tienen un 90-95% de agua en su composición y además, son muy ricas en fibra, vitaminas y minerales y una bajísima cantidad de fructosa que hacen que la hidratación sea más efectiva.
Y encima, podemos hacer con ellas cientos de preparaciones distintas:
Sopas frías o gazpachos
Podemos combinar una gran variedad de hortalizas, verduras y frutas crudas para conseguir una bebida refrescante, saciante e hidratante con infinidad de sabores.
Ensaladas
A la hora de preparar nuestras ensaladas, debemos que tener en cuenta que ingredientes como la lechuga, canónigos u otro tipo de hojas son más susceptibles al calor y pueden estropearse organolépticamente antes de su consumo, por lo que casi mejor usar verduras como brócoli, judías verdes o pimiento troceado como base de la ensalada que se conservarán mejor.
Junto con las verduras, podemos añadir legumbres, quinoa, patata, cereales integrales o pasta integral, dándonos así más energía para pasar el día y si ya queremos convertir la ensalada en un plato completo puedes añadir una fuente de proteínas (carnes, pescados en conserva, huevos, lácteos o las propias legumbres y derivados de soja).
Hummus con crudités
Originalmente, la receta del hummus se elabora a partir de garbanzos, sin embargo, podemos preparar hummus de distintos sabores como por ejemplo de lentejas, remolacha o edamame entre muchos otros y acompañarlo con crudités de pepino, zanahoria o apio entre otros.
Al elaborarse a partir de legumbres, que es una fuente de proteína vegetal y con gran cantidad de fibra, es una preparación muy saciante, fácil de conservar y transportar.
Fruta troceada
La fruta siempre va a ser una buena opción de snack, además, si la llevamos troceada evitamos tener que llevar más artilugios e ir más cargados.
Principalmente, está compuesta de agua, por lo que va a ser un alimento muy hidratante para los días de mucho calor.
Recuerda que es necesario no perder la cadena de frío por seguridad alimentaria, así que recuerda siempre llevarla en tu nevera portátil.
También, podemos llevar otro tipo de snacks como son:
- Conservas de berberechos, mejillones, pulpo, encurtidos… que pueden servirnos como snacks o para completar ensaladas. Ricos en proteínas de alto valor biológico, bajos en grasa y si los compras bajos en sal, mejor que mejor.
- Frutos secos y fruta deshidratada: Muy fáciles de conservar a pesar de las altas temperaturas y muy accesibles de conseguir para esos días que vamos con un poquito más de prisa.
Recuerda que en ambos casos debes de consumirlos con moderación, en el caso de los frutos secos es mejor que sean tostados sin sal o al natural.
Por último hacer especial hincapié en el correcto transporte y conservación de los alimentos, ya que un aumento de la temperatura de los alimentos podría propiciar la proliferación de microorganismos patógenos que tan a gusto se encuentran a temperaturas más elevadas. Ten siempre a mano tu nevera portátil, que no es una gran inversión y seguro que le vas a dar mucho uso.
Solo me queda desearte un feliz día de playa.
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
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