El color ya nos lo está diciendo: ese tono de rosa tirando a morado tiene que ser por algo bueno y por supuesto que lo es. La remolacha es una hortaliza muy versátil que guarda verdaderos tesoros en su interior y, a pesar de que muchas personas piensen que puede ser perjudicial para la salud por su contenido en azúcar, nada más lejos de la realidad; la remolacha se puede convertir en el aliado perfecto para tu dieta.
La remolacha roja o Beta vulgaris es un bulbo del cuál solemos consumir su raÃz pero sus hojas, muy parecidas a la acelga, también son deliciosas y se pueden comer salteadas o en ensaladas y guisos.
Su coloración tan intensa nos está indicando su alto contenido en sustancias bioactivas, en concreto los flavonoides, que están presentes en la betacianina, y que se caracterizan por ser potentes antioxidantes con acción anticancerÃgena, antiinflamatoria y preventiva del envejecimiento celular. También contiene gran cantidad de fibra que no solo nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal, sino que actúa como preventivo de enfermedades cardiovasculares.
Además de las vitaminas y minerales que contiene (potasio, magnesio, zinc), debemos de destacar el ácido fólico y el hierro que hace de la remolacha un alimento muy interesante para personas con anemia ferropénica. Por si esto fuera poco, una de las propiedades que más se está estudiando es su posible beneficio en la nutrición deportiva. Entre otras cosas, los estudios que se han realizado para determinar los efectos sobre el rendimiento deportivo se utilizaba la remolacha en forma de zumo.
Zumo de remolacha
El zumo de remolacha contiene una gran cantidad de nitrato (NO3) y una vez metabolizado provoca un aumento en los niveles sanguÃneos de óxido nÃtrico (NO). El óxido nÃtrico tiene un efecto vasodilatador e incita al aumento del flujo sanguÃneo muscular asà que se facilita la llegada del oxÃgeno a los músculos y, por tanto, se mejora la función muscular. Estos efectos también podrÃan resultar beneficiosos a la hora de realizar ejercicios en altura o en situaciones donde pueda existir la hipoxia, que mejora la oxigenación.
A su vez provoca mejoras en la perfusión sanguÃnea y en el funcionamiento de las unidades motoras de tipo II. La mejora en estas unidades motoras se debe a una mayor recaptación del calcio por parte del retÃculo sarcoplásmico y esto causa un aumento de la producción de fuerza muscular por parte de estas.
Se han llevado a cabo estudios sobre los efectos del zumo de remolacha a la hora de realizar ejercicios de distinta intensidad y duración asà como los distintos efectos producidos cuando se administra este zumo de forma puntual o de forma crónica y en todos estos casos se ha demostrado que el consumo de zumo de remolacha previo a la realización de ejercicio fÃsico reduce la aparición de fatiga muscular y favorece la recuperación tras el mismo, siendo más destacables estos efectos cuando se realiza una administración prolongada del zumo.
También hay evidencias de que ayuda a la reposición de los depósitos de fosfocreatina tras la realización de ejercicio y además es capaz de evitar que estos depósitos se agoten a la hora de realizar el mismo esfuerzo repetidas veces.Â
*La fosfocreatina es la fuente de energÃa que se utiliza cuando se llevan a cabo ejercicios de corta duración pero de muy alta intensidad, como podrÃa ser un sprint.
Asà que… ¡A consumir remolacha! Nos va a aportar fuerza, energÃa, antioxidantes y mucho color a nuestra dieta.
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
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