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Beneficios de la coliflor y por qué huele tan mal

Beneficios de la coliflor y por qué huele tan mal
Elisa Escorihuela el

La coliflor es uno de esos alimentos que pueden crear sentimientos tanto de amor, como de odio. Y esto no solo pasa con la coliflor, sino toda la familia de las coles, las Brasicáceas. Uno de los motivos por los que causan tanto rechazo es el olor que se desprende cuando las cocinamos: las coles tienen en su composición compuestos azufrados, los isotiocianatos, que se liberan durante la cocción. Existen varios trucos para evitar olores, pero no son del todo eficaces. El olor aumenta a medida que la cocinamos. Por lo que, si la cocinas el tiempo justo, entre unos cinco a siete minutos, lograrás que quede al dente y que no huela tanto.

En cuanto a sus propiedades debemos destacar que toda la familia de las coles tienen gran cantidad de nutrientes y además, muy bajo aporte calórico. Por eso son recomendadas en dietas enfocadas a la pérdida de peso y también como preventivas de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes…

Parte de estas propiedades son debido a su contenido en fibra, pero en especial, destaca la presencia de glucosinolatos e isotiocianatos (los mismos compuestos que le dan ese olor tan fuerte), potentes antioxidantes que pueden ayudar a combatir el crecimiento de células cancerígenas, especialmente en cáncer de colon, mama, pulmón y próstata.

Además la coliflor contiene colina, componente que se suele agrupar con las vitaminas del grupo B. La colina juega un importante papel en el desarrollo y salud del cerebro. Siendo precursora además del neurotransmisor acetilcolina. Por eso es muy importante que mujeres embarazadas aumenten el consumo de coles, ya que puede beneficiar al desarrollo cognitivo, de aprendizaje y memoria del bebé. 

Integrarlas en nuestra alimentación puede ser muy beneficioso para la salud y se puede hacer de distintas maneras. Desde luego están las opciones más clásicas: hervidas, cocidas al horno, al vapor o salteada. Si no eres muy amante, sobre todo por ese olor tan característico, puedes optar por otras formas de prepararlas:

  • En crudo: si la rayas, obtendrás una coliflor que tiene aspecto de arroz o cous cous y podrás utilizarla como tal. Queda genial y su sabor no se parece en nada al sabor que tenemos registrado en nuestra cabeza.
  • Hacer harinas con ella: si trituras la coliflor y por ejemplo le añade huevo, podrás formar una pasta que puedes utilizar para hacer bases de  pizza mucho más saludables y aptas para personas con intolerancia al gluten.

Te recomiendo sin duda que las integres en tu dieta y les des una nueva oportunidad si no entraban dentro de los habituales de tu cocina. 

Elisa Escorihuela Navarro

Nutricionista y Farmacéutica


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