La dieta cetogénica, keto o ceto no deja de sorprendernos. Sabemos que puede tener beneficios aplicándola a determinadas patologías aunque debemos ser cautos si elegimos hacerla para acelerar la pérdida de peso ya que puede tener bastantes efectos adversos en nuestro organismo.
Esta dieta se caracteriza por una reducción casi total de hidratos de carbono (hasta un 5%) y un aumento del consumo de grasas. Esto reduce a su vez la cantidad de calorías ingeridas en las dietas cetogénicas. En este momento nuestro cuerpo entra en cetosis y se utilizan las grasas como fuente de energía.
Es importante recordar que este tipo de dietas deben estar pautadas y controladas por un profesional, ya que si no es así además de ser contraproducentes, por que pueden hacer que ganemos peso, también tienen contraindicaciones más serias para nuestra salud.
Si bien conocíamos esta información, un reciente artículo publicado en la revista Cell habla de la relación entre la microbiota o flora intestinal cuando se realiza una dieta cetogénica.
Dicho estudio relacionaba a la dieta cetogénica con un cambio en la población de nuestra microbiota proporcionando una serie de beneficios.
El estudió se llevó a cabo en un grupo de personas con sobrepeso hospitalizadas y también en ratas. En ambos casos se confirmó que una dieta cetogénica es capaz de modificar la microbiota intestinal reduciendo marcadores de inflamación en el intestino.
La cetosis es la clave en este estudio, ya que también se hizo el estudio con dietas altas en grasa pero sin llegar a ser cetogénicas (sin crear cuerpos cetónicos), sin embargo no se observaron cambios en la microbiota. Por lo que se concluyó que quién realmente tienen efectos positivos sobre la flora intestinal son los cuerpos cetónicos.
La microbiota o flora intestinal es un conjunto de microorganismos que viven en diferentes partes de nuestro cuerpo. Está muy relacionada con algunas enfermedades como la obesidad, la diabetes, el colón irritable o la celiaquía, por ello es de vital importancia cuidarla y mantenerla sana y fuerte. Por lo que este estudio sobre la dieta cetogénica abre nuevas vías para investigar más sobre cómo la alimentación puede impactar en enfermedades relacionadas con la inflamación.
Por último recordarte que una dieta cetogénica debe estar prescrita por tu médico y guiada por un nutricionista. No la hagas por tu cuenta.
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
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