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Blogs A la sombra de la Acrópolis por Begoña Castiella

Jazz desde el cielo

Begoña Castiella el

Ayer ya comenzó en Atenas el festival anual de Jazz que cumple 18 años. Un reto en un país  y una ciudad que lleva mas de ocho años en crisis. Porque este festival de jazz, que tiene lugar desde este lunes hasta el viernes, no cuesta un euro ni a la municipalidad ni a los asistentes: se autofinancia completamente.

 

Nos lo contó ayer el Alcalde de Atenas, Yorgos Kaminis, junto con el gran jefe de Techonopolis, Constantinos Bizanis y su director artístico, Andonis Zuganelis, en el lugar donde tiene lugar el festival,  las antiguas instalaciones de gas natural de la capital. Esta antigua zona industrial, que bordea la avenida Pireos (que lleva hasta la ciudad del Pireo) y conocida como Gazi es ahora un área llena de restaurantes pequeños, teatros, un museo (el Benaki Pireos), dos centros culturales (el de Kakoyannis y el del Helenismo), la filmoteca  y muchas  pequeñas construcciones. Unas son casas de un piso de la época industrial y otras edificios de dos o tres apartamentos nuevos. A pocas manzanas, una estación de metro, Keramikós. Porque al otro lado de la avenida Pireos está el Keramikós, el cementerio de los atenienses en la antigüedad, donde ahora hay un pequeño museo y un sitio arqueológico que parece un gran jardín.

Volviendo al Festival de Jazz, fui invitada a subirme a la plataforma de “Dinner in the Sky”, la atracción que permite disfrutar de una cena magnífica desde las alturas. Mis compañeros de medios griegos y extranjeros y yo no cenamos, pero si vimos toda la zona y especialmente la Acrópolis desde una altura superior a los 30 metros (se puede llegar a los 50 metros los días que no hay viento, pero ayer no tocó). Si tienen tiempo y ahorros, no se pierdan una cena de lujo en las alturas, por 135 euros por persona.  Eso si, inolvidable: el menú es estupendo, quienes lo sirven muy amables y la vista, espectacular (no hay que mirarse los pies, por favor, sino entra el vértigo. Y si alguien quiere ir al servicio, la plataforma baja al suelo en un minuto nada mas, sin problema).

 

Fotos Dinner in the Sky

Ayer hubo una tarde soleada, un cielo sin nubes y el primer concierto de jazz comenzó a las 21.00 con un programa de músicos griegos, que terminó hacia medianoche.

foto Greek Instagramers

Abiertos alrededor del escenario principal  había bares, comida y varios mercadillos con ropa, accesorios y más cosas. Así seguirá todas las noches hasta este domingo 10. Con artistas griegos, pero también de otros países: Chipre, Luxemburgo, Italia, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Holanda, República Checa, Austria, Suiza , Noruega, Portugal, Estados Unidos, Hungría, Estonia, Suecia, Reino Unido. A España la representa Enriquito Trio, formado por Enrique Rodriguez “Enriquito” a la trompeta, José Manuel Ruiz “Bandolero” y Francisco Soto a la guitarrra. Flamenco Jazz del bueno, que todo el mundo espera con interés.

En una de las naves de Technopolis hay  a su vez una exposición fotográfica magnífica: es obra de 270 fotógrafos, unos aficionados y otros profesionales, miembros del grupo Greek Instagramers. Cada uno ofreció una foto y el resultado es de lo mas entretenido. Acabó siendo un libro y se llama My Greece. También hay otra exposición sobre imágenes de Jazz, Images in Jazz. Los Greek Instagramers son un grupo bajo la iniciativa de Elli Agiannidi, Yorgos Vergados y Voula Spirea, fotógrafos entusiastas.

 

Eli Agiannidi, de los Instagramers griegos  (todos son voluntarios y nadie cobra, por cierto), me contó que el último proyecto de este grupo ha sido publicar “#My Greece”, un tomo de fotografías de toda Grecia que ha sido premiado y se vende por 15 euros, dedicándose todas las ganancias a la labor del Padre Andónios, un sacerdote ortodoxo que ha fundado El Arca, un lugar donde los niños de la calle de cualquier nacionalidad pueden comer, hacer los deberes y estar acompañados. El libro es un reflejo de la vida actual griega y de sus muchas facetas: desde fotos de arqueología hasta carnavales y fiestas, iglesias, paisajes y puestas de sol, trabajadores de todo tipo… un crisol de lo que es Grecia ahora. Y un buen recuerdo volviendo de vacaciones. 

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