Felipe Marrón.
Ayer 19 de junio, mientras sonaba el mítico “We are the champions” en el Auditorio Príncipe Felipe de Torremolinos, las diferentes expediciones presentes iban saliendo con las palabras de Javier Esteban, director del campeonato, aún resonando en sus cabezas. “En EMDE queremos formar personas, porque futbolista, maestro o cirujano se es un rato del día y durante una época de la vida, pero personas somos desde que nacemos hasta que morimos”.
Eso les dijo Javier a los participantes de la jornada de clausura: entrenadores, organizadores, padres, árbitros y deportistas llegados de diferentes ciudades, provincias y colegios. El acto de entrega de premios fue la guinda a seis días de competición alevín de los Juegos Nacionales Escolares EMDE.
Pero antes, ese mismo día, en lo deportivo, las finales alevines de cada deporte estuvieron a la altura de las expectativas. Las cinco quedarán para la historia del torneo por la emoción, pero también por el compañerismo demostrado y por la empatía visible de los vencedores para con los vencidos.
En voleibol femenino, la final entre CEU San Pablo de Sevilla y Claret “A” de Las Palmas cayó del lado del primer colegio por 3 a 1, pero la aparente superioridad del resultado no se corresponde con la igualdad que mostraron ambas escuadras en cada set ni con la unión evidente de ambas plantillas tras la conclusión del encuentro.
En fútbol sala masculino, el campeón de esta edición se queda en la provincia de Málaga. El colegio British School ganó en los penaltis por 4 a 3 a Saint Mary de Sevilla, en una vibrante final andaluza, tras el empate 2 a 2 registrado a la conclusión del tiempo reglamentado.
En baloncesto femenino no hubo que esperar al último cuarto para conocer a las vencedoras. Virgen del Carmen de Córdoba se mostró rotundo, imponiéndose a Claret de Las Palmas por 62 a 35. Igual hicieron sus compañeros de básquet masculino, saliendo vencedores también. La diferencia es que estos tuvieron que combatir mucho y hasta el final contra La Asunción de Málaga, quien nunca tiró la toalla, sucumbiendo finalmente por un ajustado 54 a 51.
Por su parte la final sevillana de fútbol entre CEU San Pablo y Claret fue también muy igualada, cayendo por un mínimo 1 a 0 del lado de los primeros.
Y ya, como es habitual tras las finales, el foco de atención pasó al auditorio Príncipe de Asturias de Torremolinos para la entrega de premios protocolaria al representante de cada equipo, la foto con las autoridades y la entrega de los premios Juego Limpio y Valores Humanos. El trofeo del Juego Limpio recayó en Patricia Mayordomo, jefa de expedición de Apostolado de Valladolid, quien demostró los valores para con sus jugadoras, sus rivales, la organización y los árbitros.
Mientras que el Valores Humanos fue para el equipo de futsal mixto de Santa Ana y San Rafael de Madrid por haber sido una auténtica familia estos días, pero no solo en los momentos fáciles, sino en los difíciles. Todo ello sin dejar de ser competitivos y demostrando que competitividad y educación no están reñidos.
Ambos premios, patrocinados por la firma oficial de ropa deportiva del campeonato, McYadra, representada in situ por su director de operaciones, Roberto Balmaseda, fueron acompañados por un lote de prendas por valor de 1300 €.
La actuación del beatboxer Paul Azor; la de la malabarista con aros Sandra Carrasco, artista que incluso ha formado parte del elenco del Cirque du Soleil en Macao; los bailes previos de Antorchito; y la presencia de las autoridades que entregaron los premios, Pedro Bacallado y Emilio Díaz, ambos directivos de EMDE, y de los concejales del ayuntamiento de Torremolinos, Ramón Alcaide, Marina Vázquez y Miguel Domínguez, ayudaron a colmar las expectativas de los presentes y poner así el broche de oro a la edición alevín de los Juegos EMDE 2023.
En la cancha