Eduardo Redondo.
Ubicado en pleno distrito de Salamanca, en la cuadrícula que forman las emblemáticas calles madrileñas Príncipe de Vergara, Ayala, Castelló y Don Ramón de la Cruz, se encuentra el colegio Nuestra Señora del Pilar. Un colegio fundado en el año 1907 y ubicado en el edificio que ocupa actualmente desde 1921. Tal y como reconoce su coordinador deportivo, Luis Hernando Moliní, “el deporte es un pilar fundamental para nuestro colegio y para los Marianistas”. Por este motivo, hoy conocemos en profundidad su proyecto, la idiosincrasia de un club que cuenta esta temporada con 69 equipos en diferentes competiciones y que este año ha vuelto a inscribir a sus equipos de fútbol sala en los Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid (ECM).
“Este año hemos decidido volver a Escuelas Católicas con el fútbol sala porque nos da muchas facilidades. Nuestros entrenadores cada vez son más jóvenes, teníamos muchos problemas con la titulación, la Federación nos ponía muchos requisitos a nivel burocrático y, por otro lado, a algunos de nuestros equipos se les quedaba muy grande el nivel. Por este motivo también hemos decidido cambiar. Otro punto a favor de esta apuesta han sido las familias que nos demandaban participar en esta competición. Nuestra intención es que esta decisión sea duradera y la apuesta salga bien”, explica Luis Hernando, coordinador de deportes del Club Pilaristas.
En su regreso a la competición, el colegio ha inscrito un total de 13 equipos en la XXXVI edición de los Juegos, pero el club tiene 69 conjuntos para la temporada 24/25 desde benjamines hasta sénior, “Este año en fútbol sala hemos inscrito tres benjamines, dos alevines y dos infantiles. En baloncesto, todo femenino, dos benjamines, dos alevines, un infantil y un cadete. En total 13 equipos que esperamos que se diviertan y disfruten de la competición. En el colegio tenemos 69 equipos (incluyendo siete equipos sénior) entre las tres secciones, ya que también tenemos equipos de voleibol. Además, desde el Club también organizamos las escuelas deportivas de 1º y 2º EP. Nuestra forma de hacer los equipos, teniendo en cuenta el número de participantes que permite inscribir cada federación y nuestra capacidad logística, es atendiendo al nivel deportivo y así tratar de ajustarnos a las necesidades de cada jugador. Creemos que es el criterio más objetivo que podemos seguir a la hora de organizar a los jugadores. En cualquier caso, cuando las limitaciones no nos permiten tramitar más inscripciones, sí aseguramos a todos los alumnos la posibilidad de entrenar y formar parte del grupo”, asegura.
En cuanto a los motivos que han llevado al colegio a regresar, Luiser lo tiene claro: “Nos gusta la idea de empezar la competición un poco más tarde. Esto nos permite realizar más sesiones de entrenamiento y que los equipos estén más rodados. Aunque sí coincido con la opinión de algunos compañeros que en sus entrevistas han dicho que adelantarían el inicio una o dos semanas. También valoramos muy positivamente el tema de los horarios mes a mes que para las familias es una gran facilidad. A nivel organizativo es una liga muy cómoda para los colegios Ojalá que nuestra vuelta a Escuelas Católicas sea duradera porque estemos a gusto, que yo creo que esto sí se va a cumplir”, asevera.
Siendo club deportivo, muchos de sus equipos compiten en distintas federaciones. Sin embargo, pone en valor el nivel deportivo de ECM: “A nivel deportivo considero que la competición tiene buen nivel, para nada bajo como algunos podrían pensar, y en el que nuestros equipos se encuentran cómodos compitiendo. Además, la parte organizativa está pensada para facilitar la vida a las familias y este es un aspecto muy importante.”
Hablando de su proyecto, confiesa que el deporte es algo fundamental en el Pilar y que la parte educativa y la deportiva se encuentran estrechamente ligadas. “El deporte sin educación no tiene mucho sentido. Nosotros, en los colegios Marianistas, tenemos una propuesta que se llama #EducarConElDeporte. Entendemos que el deporte fomenta unos valores como son la amistad, el compañerismo, el trabajo en equipo, el esfuerzo, la superación o la tolerancia a la frustración que son fundamentales y que comulgan a la perfección con la organización de Escuelas Católicas. Además, aunque no sea una norma impuesta por las federaciones, sí obligamos a que nuestros jugadores, en cada partido, jueguen un mínimo de minutos”, declara.
En cuanto a sus entrenadores, la gran mayoría son antiguos alumnos o exjugadores de sus equipos. “Nosotros ponemos pocos requisitos. Algo fundamental es que les guste trabajar con niños y luego que sepan algo del deporte que van a entrenar. Nosotros este año tenemos 69 equipos, por lo que necesitamos un volumen de entrenadores muy grande. Además, apostamos por que cada equipo tenga dos entrenadores, lo que implica que tengamos muchos chicos de 16, 17 o 18 años ejerciendo como entrenadores. Otra parte importante es la responsabilidad y el compromiso, pues para este trabajo son aspectos fundamentales. Por otro lado, a nivel de formación, nosotros les ayudamos. Para nosotros todos nuestros entrenadores son un proyecto: nos encargamos de su formación, les enseñamos a gestionar un grupo, a ser responsables… aspectos que les van a venir bien para su futuro”, razona.
En cuanto a la idiosincrasia del Club, Luis reconoce que son un club peculiar en muchos aspectos. “Aquí el deporte es algo capital. El Club Pilaristas está muy metido en el día a día del colegio. Tenemos muchas reuniones con los tutores, tratamos temas de orientación, intentamos dar cabida a todos los alumnos que quieren hacer deporte e intentamos que sientan que esta es su casa, nos preocupamos por conocer a las personas, les intentamos dar todas las facilidades posibles… Tenemos una gran simbiosis entre el colegio y la parte educativa y el club con el deporte”, explica.
A la pregunta, ¿Cómo definiría el Club Pilaristas? Su coordinador lo tiene claro: “Somos un club humilde, acogedor y trabajador en el que damos cabida a todos los alumnos y que se preocupa por ayudar a las personas. Nuestra idea de deporte es ayudar a las personas del futuro. La impronta que queremos dejar es que los pilaristas se sientan identificados y aprendan valores de cara a su futuro. Todo esto, sin olvidar que es un deporte de competición y tratamos de que nuestros equipos sepan competir”.
Como coordinador novel en los Juegos Deportivos de ECM, Luis nos habla sobre su trayectoria. “Mi vida se encuentra totalmente ligada al colegio. Yo entré con cinco años en primero de EGB y no me he ido. Cuando terminé COU ya estaba entrenando equipo y hasta ahora. Toda una vida ligada a mi colegio y con muchas ganas de seguir. Cuando me ofrecieron este puesto en 2019 fue una apuesta del colegio y mía y estoy muy contento con el trabajo que realizamos y con cómo lo hacemos”, asegura.
Además, desde el año 2021 ocupa el cargo de Vicepresidente de la Federación Madrileña de fútbol sala, trabajo que compagina con el de coordinador. “Roberto Gracia, presidente del Comité de Fútbol Sala, confió en mí en el año 2021 y yo creo que fue precisamente por nuestra filosofía de cole. No somos un club que busque ganar a toda costa, no somos un club que ficha jugadores de fuera, en este sentido somos un club especial. El tiempo que tengo para ayudar a Roberto, que no es mucho, intento asesorarle, aconsejarle y darle nuevas ideas. Sin embargo, es un mundo con muchas opiniones, pero ojalá mi ayuda esté sirviendo de algo. Estoy muy contento y me gustaría hacer más cosas. Mi trabajo consiste en dar asesoramiento deportivo principalmente, pero también cosas sobre gestión u organización. Desde nuestra filosofía de club visualizamos cosas que igual en otros clubes no se ven. Apostamos porque todos los jugadores tengan minutos y un lugar en los equipos, sólo tenemos alumnos del propio centro y, sin olvidar el hecho de la competición, si predicamos que somos deporte formativo hay que demostrarlo” concluye.
deportesEn la canchaEntrevistasFotosfutsal