La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha declarado que se está valorando la posibilidad de que se produzca un despliegue de aviones de caza españoles en Bulgaria, si la OTAN así lo determina, para contribuir a los planes de disuasión frente a la presión de Rusia en su conflicto con Ucrania. Este conflicto se encuentra en las últimas horas en situación de máxima tensión.
El Ejército del Aire desplegó hace algunos meses 6 Eurofighter del Ala 11 (base aérea de Morón, Sevilla) en una base aérea situada en la proximidades de la ciudad rumana de Constanza, donde realizaron más de 400 vuelos en el espacio aéreo rumano. Además, en el marco de la misión de Policía Aérea Reforzada de la OTAN, los cazas españoles tuvieron que realizar algunas misiones reales de interceptación de aeronaves rusas que se adentraban sin justificación en dicho espacio aéreo. Así, los nuestros se tuvieron que emplear “en no más de 10 ocasiones”, como declaraba en su momento el jefe del destacamento, teniente coronel José Enrique Hernández Medel.
Ante la tensa situación que atraviesa el este de Europa, no podemos obviar referirnos a la misión de Policía Aérea del Báltico (Baltic Air Policing). Se trata de una misión defensiva por la que la OTAN garantiza la integridad y seguridad del espacio aéreo de los países bálticos, desde su entrada en la Alianza en el año 2004, cubriendo la carencia de aviones de combate de estos países. Tras el estallido de la crisis de Ucrania en 2014 y el aumento de las violaciones del espacio aéreo báltico por parte de aviones rusos, la misión se reforzó, pasando de 4 aviones de combate de un país aliado a 12 cazas de 3 países. Desde entonces, las fuerzas aéreas aliadas se turnan para desplegarse en las bases aéreas de Siauliai, en Lituania, Ämari, en Estonia, y Malbork, en Polonia, con rotaciones de 4 meses, bajo la coordinación del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN en Uedem (Alemania). Las fuerzas aéreas de Lituania, Letonia y Estonia contribuyen a la misión con el apoyo en forma de infraestructura y personal de mando y control aéreo.
España se estrenó en esta misión de policía aérea en el año 2006. En aquella ocasión lo hizo con aviones Mirage F-1M del Ala 14 de la base aérea de Albacete, que se desplazaron durante 4 meses a Siauliai. En el año 2015, el Ejército del Aire desplegaba por primera vez sus Eurofighter en un teatro de operaciones a miles de kilómetros de nuestras fronteras y lo hacía en tierras bálticas, lo que confirmaba, por un lado, la capacidad expedicionaria de nuestra fuerza aérea y, por otro, la disponibilidad y profesionalidad de todos sus miembros para cumplir la misión en el lugar y en el tiempo que se requiera. Este despliegue se llevó a cabo en la base aérea de Ämari, a unos 40 kilómetros al suroeste de Tallin, capital de Estonia, en los meses de febrero a mayo, lo que suponía un auténtico reto para el avión, que tendría que operar a unas temperaturas de frío extremo, muy alejadas a las de su entorno habitual en Sevilla. Y tanto el avión como todo el componente humano necesario para su operación cumplieron con la mejor nota. Desde ese 2015, los nuestros no han faltado a su cita con nuestros aliados bálticos ningún año.
España, poniendo sus medios materiales y humanos a plena disposición de la OTAN, refuerza de una manera clara y contundente su compromiso como miembro activo de la Alianza.
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