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Blogs A tu Aire por Manuel Ángel Cuenca y José Luis Grau

La Unidad Médica de Aeroevacuación, clave en la contribución de la sanidad militar española a la guerra de Ucrania

En el centenario del aerotransporte sanitario español, hablamos de la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire y del Espacio

La Unidad Médica de Aeroevacuación, clave en la contribución de la sanidad militar española a la guerra de Ucrania
Para un herido grave, la bodega de un avión de carga a 10 000 pies del suelo es un medio peligroso
José Luis Grau el

Estos días en los que se celebra el centenario del aerotransporte sanitario español, queremos hablar de la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire y del Espacio (UMAER).

Y es que fiel a su lema, ‘Por el cielo siempre a tiempo’, esta pequeña unidad militar, formada por apenas 30 personas y ubicada en un único edificio en la madrileña base aérea de Torrejón de Ardoz, tiene como principal cometido las aeroevacuaciones médicas, es decir, las misiones que impliquen la recogida, el tratamiento durante el vuelo y la repatriación de heridos a territorio nacional. Se trata de una fuerza de proyección de muy alta disponibilidad, lo que implica permanecer alerta 24/7 para realizar un despliegue en 2 horas desde el momento en que es activada para una misión de evacuación.
Desde que se declarara la invasión de Ucrania por parte de Rusia, hace algo más de un año, la sanidad militar española ha contribuido de manera altamente eficiente al esfuerzo militar ucraniano, prestando atención médica a decenas de soldados heridos en combate. Se ha atendido en los hospitales militares españoles a más de 70 combatientes, muchos de los cuales ya han regresado a su país. Y es la Unidad Médica de Aeroevacuación la encargada de trasladar a estos heridos a España para que puedan ser tratados de manera correcta.
Los heridos seleccionados para recibir tratamiento en España se encuentran ingresados en distintos hospitales repartidos por la geografía ucraniana. Desde que se activa la orden de evacuación, todos los detalles relativos a sus lesiones e historial clínico son transmitidos a la UMAER por medio del Mando de Operaciones (MOPS), que se encarga de coordinar la misión. Con esta información, la UMAER prevé la disposición de los heridos en la aeronave, los equipos médicos que serán necesarios y las posibles complicaciones que podrían aparecer durante el vuelo. Todo ello en una planificación en la que se trabaja codo con codo con los supervisores de carga y pilotos de la aeronave designada, formando un todo indivisible con la tripulación médica.
La UMAER prevé la disposición de los heridos en la aeronave, los equipos médicos necesarios y las posibles complicaciones que podrían aparecer durante el vuelo
Todas estas labores de coordinación son cruciales para el éxito de la misión. Para un herido grave, la bodega de un avión de carga a 10 000 pies del suelo es un medio peligroso a causa del frío, la sequedad del ambiente y las vibraciones. A menudo viajan en el mismo vuelo una decena de pacientes. Cualquier imprevisto puede ser letal durante las más de 3 horas de trayecto desde el nodo logístico de Rzeszów en Polonia, donde se reúne a los pacientes para ser embarcados y trasladados a las bases aéreas de Zaragoza y Torrejón de Ardoz, donde son entregados al personal de los hospitales militares.
La mayoría de las pacientes presentan amputaciones y fracturas a causa de explosiones y disparos de los rusos. En algunos casos, las heridas se produjeron hace meses y, tras la cirugía de control de daños inicial en los hospitales de campaña, los pacientes han quedado pendientes de otro tipo de medidas más definitivas. En otros, las heridas son recientes y todavía están abiertas, estabilizadas con fijadores externos y cubiertas con vendas y apósitos. Durante el vuelo, los daños sufridos por los combatientes son meticulosamente revisados, registrados y tratados por el personal de la UMAER. Se comprueban los orificios de entrada y salida de proyectiles, se cambian apósitos, se drenan heridas y se exploran secuelas neurológicas. A su llegada a España, los pacientes están listos y en condiciones óptimas para continuar su tratamiento quirúrgico y rehabilitador.
Desde su creación en el año 2004, la UMAER se ha convertido en un referente en la aeroevacuación y el aerotransporte sanitario de heridos y enfermos de cualquier tipo. Así, en 2014 miembros de esta unidad repatriaron a los religiosos infectados por el virus del Ébola en Sierra Leona. También participaron intensamente en la operación Balmis, durante la pandemia, y permanecieron en primera línea durante la dramática evacuación del aeropuerto de Kabul en agosto de 2021.
Junto a las repatriaciones recurrentes de militares españoles desplegados y las evacuaciones realizadas en apoyo a servicios de emergencias civiles, las misiones a Rzeszów se han convertido en una parte más de la intensa cotidianidad de una unidad que simpre que actúa hace honor a su lema. Recordemos, ‘Por el cielo siempre a tiempo’.​
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