El peor de sus temores se ha confirmado: la extrema izquierda adelanta al PSOE en las encuestas, y lo hace también en las encuestas de los medios de izquierdas. El País daba ayer nada menos que 3 puntos de diferencia a la coalición de la ultraizquierda sobre el PSOE (un 23,2% de intención de voto para los ultras frente a un 20,2% para el PSOE, y un 29,9% del PP, del ganador) Por supuesto, El País no los calificaba de ultras en ningún momento. Ese es un calificativo que aplican exclusivamente a los ultras del otro lado, de la misma manera que todo el socialismo en España.
Precisamente por eso, por ese tratamiento comprensivo y legitimador, estos ultras han llegado hasta donde han llegado, a acariciar el liderazgo de la izquierda en España. Con la apasionada colaboración de Pedro Sánchez que se ha pasado cinco meses rogándoles un pacto para formar Gobierno porque lo peor para España, decía Sánchez, era un nuevo Gobierno de Rajoy.
Y ahora que entre los líderes políticos e intelectuales de la izquierda moderada han aupado a la ultraizquierda, han entrado todos en pánico. De ahí el increíble editorial de ayer de El País ( “Irresponsables”) en el que, atención, se echa la culpa del crecimiento de los ultras… al PP, al único partido que los ha rechazado tajantemente y se ha negado a ningún tipo de acuerdo con ellos. Algo así como echar la culpa del fortalecimiento de ETA y de su brazo político, por ejemplo, a quienes los han combatido y no a quienes han querido pactar y gobernar con ellos… Y sí, también han hecho lo anterior algunos…
El argumento es delirante pero es precisamente el que va a usar el PSOE en la campaña electoral. Sánchez, el mismo que ha elogiado a la ultraizquierda, el mismo que les ha pedido un pacto para echar al PP, el mismo que veta al PP pero proclama sus grandes coincidencias con la extrema izquierda, es quien ahora va a contar que el PP y los ultras representan los mismos extremismos que se retroalimentan y que hay que votarle a él que es el centro. Tan delirante que ni muchos de los suyos lo van a comprar y el 26 de junio el PSOE puede “hacer historia” de nuevo, que diría Sánchez,, batiendo su peor resultado histórico, el del 20 de diciembre, con un añadido no menos histórico, ser superado por primera vez por la extrema izquierda.
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