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Blogs Ventana al cerebro por Cátedra en Neurociencia

“La mente es una cárcel que crea el cerebro”

Ignacio Morgado explica en su último libro cómo funcionan el cerebro y la mente

“La mente es una cárcel que crea el cerebro”
Cátedra en Neurociencia el

Por Sara Hiller Vallina

Alumna del Máster en Neurociencia de la UAM

Ignacio Morgado Bernal, Catedrático de Psicobiología de la Universidad Autónoma de Barcelona. Divulgador, autor de numerosos libros, como Los sentidos (2019) Materia gris (2021), o el último, publicado en enero de este año: El cerebro y la mente humana: Cómo son y cómo funcionan (Ariel), además de autor de artículos científicos y de opinión.

¿Entre todos sus libros tiene alguno que sea su favorito?

El primero que escribí, “Emociones e inteligencia sociales”, es el que digamos ha recibido respuestas más emotivas. Recuerdo que alguna persona me ha escrito diciéndome: “Dr. Morgado me ha encantado el libro, me ha ayudado a entender muchas cosas de mi propio cerebro, comportamiento y de mi relación social con otras personas” y esa recompensa que uno recibe del lector, es el principal beneficio.

No somos tan malos como nos consideramos

cuando nos equivocamos

En alguna entrevista ha dicho que cuando te conoces a ti mismo de verdad, te perdonas más, estás mejor y te vuelves mejor persona. ¿Cree que somos nuestro peor enemigo? ¿Somos demasiado autoexigentes?

No entender la naturaleza humana hace que no nos sintamos bien con nosotros mismos y tratemos de castigarnos. Sin embargo, cuando uno entiende la naturaleza humana comprende también los propios errores. Muchas veces, son errores debidos a que estamos realmente confeccionados cerebral y mentalmente de una determinada manera y nos comportamos así. Particularmente ocurre con nuestras respuestas emocionales, reaccionamos de manera inconveniente ante cualquier insinuación que nos pueda parecer desagradable. Y la emoción se impone de una forma muy rápida porque está preparada precisamente para funcionar así, de manera automática y rápida. Y si no nos paramos a pensar un poco la respuesta antes de emitirla después nos tenemos que arrepentir. Cuando eso ocurre tenemos que perdonamos un poco más, porque la naturaleza nos ha hecho así. No somos tan malos como nos consideramos cuando nos equivocamos. Una cosa es lo que sentimos y otra lo que hacemos, es una diferencia muy importante, la reacción que tenemos ante lo que yo llamo emociones corrosivas (envidia, odio…) es inevitable, pero la emoción misma no lo es y tenerla nos hace humanos, somos así. No puedes evitar envidiar, pero puedes evitar hablar mal. Ninguna persona es peor por envidiar, pero sí eres mala persona cuando reaccionas de manera inadecuada ante esas emociones.

 ¿Qué cambios ocurren en el cerebro que pueda determinar esa autoexigencia o comportamiento que ha mencionado?

Se activan los circuitos emocionales del cerebro ante algún tipo de circunstancia que nos pueda resultar desagradable. Nuestro cerebro esta especialmente preparado para responder ante esas circunstancias. Las emociones llevan mucho tiempo instaurada en el cerebro y han penetrado en todos los procesos mentales, por eso es muy difícil encontrar algún proceso mental de los muchos que tenemos que no esté de alguna forma invadido por las emociones. Eso hace que seamos seres profundamente emocionales. Aunque también tenemos una corteza prefrontal, una parte de nuestro cerebro, que es la más implicada en el razonamiento. Pero ese cerebro racional es mucho más nuevo que el emocional, y tiene una desventaja muy importante; el cerebro racional para funcionar e imponerse necesita tiempo. Y nos ocurre muchas veces que no nos damos ese tiempo que necesitamos para poder controlar con nuestro razonamiento las respuestas emocionales.

En su libro titulado Emociones corrosivas: Cómo afrontar la envidia, la codicia, la culpabilidad, la vergüenza, el odio y la vanidad, habla entre otras cosas de cómo detectarlas y superarlas. Afrontar y controlar estas emociones nos podría ayudar a vivir en calma, pero ¿y si uno no lo consigue? ¿El afán de intentar controlarlo todo no podría arrastrar a una persona a una espiral de autodestrucción?

Muchas personas se autodestruyen sobre todo cuando se dejan llevar por una espiral de odio. El odio y la codicia se introducen en el cerebro como una especie de virus maligno contra el cual no hay demasiada solución y eso acaba destruyendo a la persona. Ese tipo de emociones corrosivas cuando se instauran en la mente de una persona acaban dañando la salud del cuerpo y la salud mental. Son emociones que uno tiene que tratar de alejar de la vida al igual que tratamos de alejarnos del virus del COVID-19 o la gripe con las mascarillas.

La educación emocional es clave para solucionar problemas aparentemente irresolubles

¿Cree que si nos enseñaran desde pequeños gestionar las emociones mejoraría la “pandemia” de la salud mental?

Totalmente. La educación emocional es muy importante y debería producirse ya desde la temprana infancia, enseñando a los niños a comportarse de manera sensata frente a sus propias emociones. Saber cómo funcionan las emociones, saber cuáles son las consecuencias, intentar controlarlas. Darte cuenta de lo que pasa en tu cuerpo cuando reaccionas de manera emocional es algo muy importante como un primer paso para no caer en esa adicción a las emociones corrosivas de las que hablábamos anteriormente. Yo creo en ese tipo de educación emocional y es la clave para solucionar problemas aparentemente irresolubles.

Háblenos de su último libro, “El cerebro y la mente humana: cómo son y cómo funcionan” (Ariel)

En este libro he tratado de recoger cómo funciona el cerebro y la mente manteniendo el rigor científico, pero tratando de explicarlo para todo el público en general. Están todos los temas del cerebro y la mente humana, no falta nada. Hablamos en primer lugar de qué son las neuronas, cómo trabajan, cómo es el cerebro y el sistema nervioso. Explico todos los procesos sensoriales y perceptivos: la vista, el tacto, el gusto… Para después hablar de las emociones en general, del sueño, del hambre, de la conducta y la motivación sexual (un capítulo al que dedico bastante espacio). También hablo de procesos superiores como el aprendizaje, la memoria, el lenguaje, de las principales enfermedades mentales, de la inteligencia… Es un libro muy completo y lo remato con un epílogo que a mí personalmente me gusta mucho porque ahí me destapo mucho, después de 40 años de trabajo, doy mi opinión sobre la mente humana.

La mente es una cárcel.

Todo lo que sabemos, sentimos, creemos y somos es lo que cabe dentro de esa mente humana que crea el cerebro.

Y de ahí no podemos salir.

Pero esa mente humana tiene un poder extraordinario, podemos, razonando, ser capaces de cambiar nuestros comportamientos y sentimientos en situaciones adversas para sentirnos mejor.

Ese es el verdadero y gran poder de la mente y del cerebro humano

Y en cierto modo lo que intento también expresar como contenido fundamental del libro.

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