Tomás González-Martín el 04 may, 2017 Ha llegado a la cilindrada absoluta con una personalidad que solo Rossi, Lorenzo y Márquez han demostrado a lo largo de las últimas décadas. Por eso está tocado con la varita mágica para ser uno de ellos. Para competir con ellos. Y para tutearles en la pelea por el Mundial. Se llama Maverick Viñales y su estreno ha sido un dolor de cabeza para Valentino y Márquez. El gerundense arrolló en las dos primeras carreras del año, Qatar y Argentina, y perdió su dominio en la clasificación general del campeonato al caerse en Estados Unidos, donde Márquez volvió a demostrar que el circuito de Austin lo asfaltaron para él sin conocerle todavía. Las caídas de Marc y la sufrida por Viñales han supuesto que Valentino sea líder del Mundial por dos puntos de margen sobre Maverick, su compañero de equipo en Yamaha y por tanto su principal adversario mental. El italiano, no obstante, ha soportado la dura realidad frente a dos españoles que no se llaman Lorenzo pero que también le superan con claridad. Márquez, Viñales y Jorge son un suplicio en la carrera de Rossi. Hoy comienza el gran premio de España. La historia dicta en la mayoría de las ocasiones que quien vence en Jerez vence en el Mundial. Valentino quiso ganar a Sete Gibernau a toda costa hace trece años, cuando dejó Honda para montar la Yamaha y demostrar quien era el número uno. Lo hizo, aunque chocara con Gibernau de malos modos. VR46 quería ganar siempre por lo civil o por lo criminal, pero siempre ganar. Márquez lo sabe bien. Lo sufrió hace dos temporadas en Asia. En Jerez se celebra el mejor gran premio de España, la mejor prueba de la temporada en realidad. Maverick desea recuperar el liderato que una caída le ha quitado. Márquez quiere confirmar que tras las debacles vuelve para saber sumar puntos, guardar la ropa y conquistar otra corona. Ya perdió un título a manos de Lorenzo por esa ansiedad y ahora, aconsejado bien por Alzamora, siempre encima del ilerdense, ha reflexionado para saber ganar y puntuar. El Mundial lo celebra quien sabe sumar más podios, no más victorias. Mira que se lo dicen a los pilotos. El ansia de victoria, sin embargo, les puede. Es esa ansiedad la que les lleva desde la edad de cuatro años, cuando son casi bebés, al Mundial. Llegados al profesionalismo, quien mejor domina esa ansiedad triunfa. Maverick y Márquez quieren vencer en Jerez y plasmar con el himno español sus aspiraciones al cetro universal. Deben manejar bien las situaciones y no permitir de nuevo que su locura por ser siempre el mejor les tire al suelo y conceda puntos a Valentino, zorro viejo, demasiado zorro, aún más viejo, que aprovecha esos deslices para encaramarse al liderato sin ganar, solo sumando cajones. Cuidado. Rossi ya ha avisado. Alimenta el divide y vencerás entre españoles. Hace dos años, Lorenzo y Márquez no entraron al capote del italiano más torero que existe. Hoy, Viñales y Marc deben recordar aquel año y tomar medidas. Son los favoritos, pero si se enfrentan al límite ganará el 46. Aviso para navegantes. Valentino es el enemigo que mejor guarda la ropa después de robársela a sus rivales. Otros temas Comentarios Tomás González-Martín el 04 may, 2017