Mañana, homenaje a Luis Salom en el asfalto donde murió

Allí falleció. En el asfalto donde más veces se entrenó para llegar hasta el Mundial. El mexicano, como le llamaban, recibirá este domingo un homenaje de la afición y de los pilotos del campeonato de España en el circuito donde se marchó hacia el cielo, en Montmeló. Cerca del bache que le llevó a perder la ida. Los baches en los trazados son un problema normal, como lo son en las carreteras que usted y yo tenemos por todas partes. La organización del Mundial y los dueños de los circuitos cuidan los asfaltos, pero no todo es como se desearía. Luis Salom tuvo también la mala suerte que conlleva este deporte. Y sus compañeros, esos jóvenes pilotos que desean llegar al Mundial y que hoy compiten en el Campeonato de España, le rendirán pleitesía.

Será una jornada de puertas abiertas para los seguidores del motociclismo. Miles y miles de simpatizantes de la moto estarán en las gradas. Y recordarán a Luis a las diez y cuarto de la mañana, después de finalizar el último ensayo de calentamiento de los pilotos, el llamado warm-up. Será en la recta de meta, ante la tribuna principal.

Se vivirá un minuto de silencio apabullante, el contraste con el ruido de los motores que preside un día de motociclismo desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde. Muchos chavales que corren el campeonato portarán mensajes y recuerdos para Luis. Y en la mente de todos estará el pelo de su madre, que ella se cortó para introducirlo en el féretro de su hijo. Luis siempre cogía los rizos del cabello de su madre, compañera en sus mil viajes, como gesto de amor hacia ella. Le encantaba su pelo. Con él está. Se lo llevó.

El Mundial continuará recordándole en las siguientes citas. Cuando un amigo se va, algo se muere en el alma. Y arriba, en el más allá, Luis ya ha calentado motores para correr junto a Simoncelli y Kato el Gran Premio del Cielo, nueva prueba del Mundial.