Pedrosa puso a Lorenzo en tensión hasta que se rompió la clavícula en Japón. Allí se acabó el Mundial 2010. El título era para el mallorquín. Pero Jorge no es tonto. Vio con nitidez que Dani será un gran enemigo para el campeonato 2011. Honda ha encontrado el camino y vuelve a ser la gran adversaria de antaño. Y el fichaje de Stoner será otro acicate para el catalán, no un problema. A sus 25 años, Pedrosa se encuentra en el momento culminante de su carrera. La próxima temporada debe ser la decisiva en su obsesión por conquistar la corona, montado sobre la moto más competitiva desde que ascendió a MotoGP en 2006.
La misma sensación vive su compañero australiano. Vencedor en la edición 2007, Casey llega a HRC con la máxima de devolver a la fábrica el reino de MotoGP. Lorenzo le define perfectamente: “Si marcha en cabeza, es casi imbatible, pero si se le adelanta y rueda en tercera o cuarta posición, a Stoner le entran las dudas”. Por eso hay que frenarle y enseñarle la rueda n la pista.
Por si fueran pocos los rivales, “Giorgio” vislumbra que Valentino volverá a ser Rossi el próximo año. El italiano se operó este domingo del hombro derecho, destrozado después de quince años de “trabajos forzados”, y ha comenzado noventa días de rehabilitación concienzuda que el número 46 reducirá para poder entrenarse en febrero, en Malasia, en condiciones de poner la Ducati a punto del laurel. Su sucesor, Lorenzo, está preparado para afrontar la defensa del título más igualado de la historia. La categoría reina nunca contó con cuatro líderes preparados física y mecánicamente para ser campeones del mundo. Y su Yamaha es, ahora mismo, la máquina más débil. No alcanza la velocidad de la Honda ni de la Ducati. El balear ha exigido a su escudería que se ponga las pilas y en los entrenamientos de Valencia comenzó a probar piezas renovadas. Ya rueda mejor en el paso por curva. Y solicita una clave de futuro: mejorar la tracción. Eso es más importante que la velocidad.
Su “amigo” Valentino no puede pedir mucho a su nueva marca italiana. La bala roja rinde. Falta que el doctor se recupere de su operación para ponerse a tono con la montura. MotoGP será “la guerra de los cuatro”.
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