Tomás González-Martín el 12 oct, 2014 No es una opinión, es una realidad. La ambición de Márquez no tiene fronteras. En casa de su casa, Honda, se adjudicó su segunda corona mundial de MotoGP y no está satisfecho. Sufre ansiedad. Es como esos estudiantes que desean aprobar tres cursos en un año y finalizar la licenciatura en dos, porque no quieren perder tiempo para abordar después otra carrera. Marc suma cuatro títulos mundiales en total, dos en la cilindrada absoluta, y su reto supera las cifras de su ídolo, Valentino, que consiguió siete cetros de MotoGP y nueve en total. Al ilerdense se le quedan pqueños esos números, porque su objetivo es alcanzar el récord universal del motociclismo: los ocho entorchados de Agostini en MotoGP, los quince en total del italiano. Es la razón por la que Marc pretende correr también en Moto2, aunque Honda no lo permita. Con el formato actual del motociclismo, tan comercial, HRC no admite que su líder se desgaste en otra categoría más y pueda perder el entorchado de MotoGP. El español piensa que puede conseguir los ocho laureles de MotoGP, tal es su calidad asesina. El problema es llegar a quince, porque no hay tiempo para ello. Por eso le encantaría emular a Giacomo y a Nieto, y correr en dos cilindradas a la vez, como hacían ellos. Agostini sumó quince coronas y 122 triunfos en grandes premios. Nieto ganó 13 títulos (perdón Ángel, no soy supersticioso y me gusta el amarillo) y 90 carreras. Márquez tiene tanta confianza en su calidad que piensa que superará los 122 éxitos en carreras. Incluso calibra que alcanzará a Agostini con los ocho campeonatos absolutos. En su intimidad sueña con celebrar nueve. Los quince cetros en total son los que no puede alcanzar, pues debería vencer mundiales hasta los 32 años. Y eso no es fácil. Sabe que su dominio en el motociclismo puede mantenerse durante siete u ocho años, a la espera de que surja otro campeón joven. Rossi triunfó hasta los 30 años, con su corona en 2009. Ese es el ejemplo, el italiano, que sigue corriendo porque le gusta este deporte como a nadie. Miento, a Márquez le gusta tanto como a Valentino. Por eso tiene la esperanza de batir todas las marcas. Su clase es inmejorable. Su dominio de la moto trasciende a la normalidad. Su forma de tumbarse en las curvas solo la consigue Rossi. Su agresividad supera a la de Valentino. Es un campeón sin límite. Solo hay un límite para el pupilo de Alzamora: 15 títulos. Ünicamente Agostini y Nieto pensaron en ello. Marc es el tercer hombre de la historia que medita alcanzar los quince entorchados. A eso se le llama poseer altas miras. Es un grande de este deporte y tiene 21 años. Ya es un icono a esa edad. ¿Qué será dentro de siete años? Otros temas Comentarios Tomás González-Martín el 12 oct, 2014