No puede continuar así. Lorenzo no se casa con Honda. No pega. Su trayectoria es horrible. Decimotercero en carrera. Mal en los entrenamientos. Superado por las Hondas satélites de Cal Crutchlow y Nakagamiy con Márquez reinando. El fin de semana de Jorge Lorenzo fue terrible. En entrenamientos firmó su peor clasificación del año, decimoséptimo. La carrera fue, también, horrible. Lorenzo solo pudo ser decimotercero, igualando el peor resultado del año conseguido en Qatar. Solo en Austin terminó peor, pero fue por una avería mecánica en su Honda mientras rodaba bastante por delante del decimotercer puesto. No puede seguir así.
Lorenzo anunció su viaje a Japón para solucionar los problemas de la Honda. Entiende la situación del equipo HRC. Es difícil tener que cambiar mucho la moto cuando un piloto está ganando cinco de seis, pero ninguna de las dos partes está contenta.
El mallorquín decía que lo mejor sería alterar el estilo de desarrollo de la Honda y pedía que se hiciesen dos diferentes, uno para Márquez y otro para él, aunque reconocía que es muy complicado para una fábrica tener dos vías de evolución cuando con una se triunfa.
Lorenzo insiste en que el problema es la ergonomía y para ello viaja a Japón. No cabe bien en la moto, el sillín no se acopla a su gusto y el desgaste que implica que al final de carrera se sienta desgastado.
Jorge, en todo caso, no podrá probar ninguna de las soluciones que alcance en Japón hasta el Gran Premio de Montmeló que se celebrará en quince días. Ahora mismo Lorenzo está decimocuarto en el mundial de pilotos, a 96 puntos de Márquez.
