Hay años que es mejor no levantarse de la cama. En el caso de Pedrosa, era mejor no levantarse de la Honda vieja. Los cambios en la Honda 2016 han perjudicado a Dani, que no se acopla a un motor que posee menos potencia en alto. Dice el piloto barcelonés que se ha hecho un motor para las condiciones de Márquez y no para él. Habla de una máquina que es un desastre. Para él. En efecto, no es la mejor montura del Mundial, porque la Yamaha es superior. Pero es el segundo prototipo del Mundial. Y Marc es líder del campeonato gracias a saber nadar y guardar la ropa. Por fin ha aprendido el pupilo de Alzamora a no intentar ganar siempre, sobre todo cuando lo tienes difícil, y a saber ser segundo, sumar veinte puntos y aspirar al título.
El año pasado, el ilerdense de Cervera perdió el título, después de obtener dos coronas consecutivas, porque quiso ganarlo todo. Se creyó invencible. Y se estrelló en su idea. Lorenzo le superó porque supo ser segundo, tercero e incluso cuarto. Lo importante era no caerse. Hoy, Márquez sabe correr y subirse al podio cuando su máquina no puede con las Yamaha. En Assen supo ser segundo cuando Miller, un desconocido, se lo jugaba a todo o nada bajo el diluvio universal. Le dejó vencer. Irse. Escaparse. Porque en la pelea final Miller se jugaría la caída. Si a Marc le sucede esto hace un año, se mete en el combate y habría perdido los veinte puntos. Hoy no. Por eso manda en la clasificación general con 24 puntos sobre Jorge y 24 sobre Valentino.
¿Saben cuántos puntos más lleva Márquez respecto al año pasado a estas alturas del calendario? Nada menos que 56. Todo un título. Y sin montar la mejor máquina. Esa es la diferencia. Y Alzamora, su jefe, no deja de solicitar a HRC mejoras en la montura. Y Honda contesta que trabajan diariamente para mejorar la máquina. Tanto para Márquez como para Pedrosa. Ahora mismo, Marc es líder y no tiene la Honda que desearía. Eso lo dice todo. Pedrosa deberá mejorar en su rendimiento y en su actitud ante esta situación. Es su peor año en MotoGP desde hace una década. Y ahora, Hacienda le remata el año al incluirle entre los grandes morosos del estado español, con una deuda al fisco nacional de casi ocho millones de euros. Hacienda no tiene el motor alto, pero sí una vista a vuelo raso para encontrar a los que no pagan lo que deben. Hacienda somos todos, dice el lema. No es cierto. Hacienda somos casi todos.
Otros temas
