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Ángel Nieto lo advirtió en 2013: comienza la era Márquez

Ángel Nieto lo advirtió en 2013: comienza la era Márquez
KMA22. Motegi (Japan), 04/12/2016.- Spanish MotoGP rider Marc Marquez (R) of Repsol Honda and compatriot teammate MotoGP rider Dani Pedrosa (L) are living up front wheels on a run during the Honda Racing Thanks Day 2016 at Twin Ring Motegi in Motegi, Tochigi Prefecture, northeast of Tokyo, Japan, 04 December 2016. (Tokio, Japón) EFE/EPA/KIMIMASA MAYAMA
Tomás González-Martín el

No lo dice, pero lo piensa desde que debutó en MotoGP y ganó a la primera el cetro mundial del motociclismo. Sabe que posee el canibalismo ganador de los grandes campeones. Los antiguos pilotos de primera línea observan en el ilerdense la valentía de los números uno legendarios, el arrojo de los grandes, la técnica de los mejores, la seguridad de los triunfadores. Se llama Marc Márquez, nació en 1993 en Cervera y desea transformarse en el mejor piloto de la historia de las dos ruedas.

Márquez, muy bien dirigido por Alzamora, suma cuatro coronas de la cilindrada reina, seis en total con sus dos galardones obtenidos en las dos categorías precedentes. El campeón española triunfa en lo más alto del motor porque ha sabido llegar a la categoría grande bien consolidado. Venció en la tercera división, ascendió a la segunda y no quiso subir a la primera hasta que también festejó el cetro de Moto2. Llegó bien formado a MotoGP. Y arrolló desde su llegada.

Debutó en 2013 y se adjudicó su primer título. Repitió en 2014 en un bienio genial de un mago de la moto, que tiene el don inolvidable que Ángel Nieto atribuía a los grandes. Sí, tiene el don de moto que definía Nieto. El zamorano de Vallecas auguraba en 2013 lo que sucedería en el futuro: comienza la era Márquez.

Así fue. Así es. Así será. Y Ángel lo ve desde el cielo, al lado de Ricardo Tormo, que le pega codazos, y Ángel se los devuelve, para colocarse enfrente de la tele celestial y ver el dominio monopolístico de Marc. Tormo y Nieto hacen lo que hacían en los años setenta en la pista, competir. Porque eran y son dos campeones. Márquez es el heredero de aquellos pioneros. San Pedro es el juez de carrera en el cielo, sentado al lado de Nieto y Tormo, para que dejen de competir. Y los tres disfrutan con la clase emocionante de Márquez para jugársela hasta cuando no le hace falta. Marc no sabe correr a guardar la ropa. Se lo juega todo siempre. En Cheste salvó la caída por un codo milagroso. El codo que Nieto y Tormo se metían en carrera y se meten hoy en el cielo. Por eso son tres números uno. Marc quiere más. Desea ser el mejor de la historia.

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