El pobre Valentino ya no sabe qué hacer. Exigió a Ducati un cambio de materiales en su moto y ahora va peor que hace un mes. Va para atrás. Va de retro. La fábrica Ducati se plegó a los deseos de Rossi, en busca de una máquina competitiva, y consiguió crear un chasis de aluminio, el chasis que utilizan Yamaha y Honda, en muy poco tiempo. Los ingenieros rompieron con una tradición histórica de la casa, que los construía de fibra de carbono. Y se enorgullecía de ellos, porque eran diferentes. VR46 les dijo que si querían luchar contra Pedrosa, Lorenzo y Stoner debían trabajar con aluminio. Lo hicieron.Y los tests de Malasia dieron un ambiente de optimismo. Rossi se quedó a 1,2 segundos de Casey, el campeón vigente. Ahora, en Jerez, han ido a peor. Se han dado cuenta de que Valentino tiene problemas al entrar en las curvas. La Duquesa se vuelve rígida y pierde décimas decisivas. El italiano rueda actualmente a 1,7 segundos de Stoner, que es el más rápido a una vuelta, que no el mejor. Porque Lorenzo es el número uno en los ensayos de carrera, durante 45 minutos constantes de rodaje. La situación de la casa Ducati, que se ha puesto en venta, desvela que la inversión no es la misma que la ejecutada por las escuderías niponas. Audi podría comprarla por 380 millones de euros. En esa diatriba, el icono del motocilismo corre en puestos dsicretos a dos semanas del comienzo del campeonato. Las Yamaha satélite de Crutchlow y Dovizioso le superan. Lo que es peor: también le gana Hayden, el otro piloto oficial de Ducati, aunque sea por unas centésimas. Ese dato permite decir a los incrédulos que hay igualmente mucha culpa en el veterano campeón, que ya no es el mismo. La edad pasa factura. Sea por unos y por otros, y con la casa en venta, el ídolo del motociclismo universal arrastra su nombre con una montura manifiestamente mejorable. La Ducati no está a su nivel.