Estaba capitidisminuido. Hundido moralmente ante la autoridad de Lorenzo y la respuesta de Stoner cuando el mallorquín no podía imponer su fuerza. Pedrosa necesitaba una victoria para volver a confiar en sus posibilidades. No había ganado desde el año pasado. Y ha roto la tendencia negativa en su circuito ideal, Sachsenring. En casa de Angela (Merkel), esa que dice que los españoles tienen muchas vacaciones y trabajan poco, rumiando el tópico xenófobo de tantas décadas. Pues allí, en Alemania, sin ser emigrante, Pedrosa ha triunfado por quinta vez. Y Lorenzo ha recuperado el mando en solitario del Mundial con un segundo puesto que supo a éxito. Dani se ha colocado a 14 puntos de Jorge. Stoner se encuentra a veinte. Verse como primer piloto de Honda es un golpe de fe para el catalán. El pupilo de Alberto Puig se sintió vapuleado el año pasado con la llegada del australiano a HRC. Vino, vio y venció. Ahora, Pedrosa está contestando en la pista a su compañero de escudería. Le ha perdido el respeto deportivo. Vuelve a pujar por la corona. Una sensación que había perdido. Hay Mundial. Y dos españoles como candidatos. Esta prima no es de riesgo.
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