Tomás González-Martín el 04 abr, 2012 Antonio Mingote fue un maestro de la realidad. Ilustrador de la prensa española por antonomasia desde 1946, su capacidad para expresar con crítica finura lo que sucedía le hizo ganarse el liderazgo como columnista gráfico. Todo el mundo ha leído el ABC sin dejar de acudir a su recuadro. A ese sitio.que ha sido históricamente el editorial más conciso.de nuestra prensa. Nadie era importante si no había sido protagonista de una ilustración de ABC. El éxito de Ángel Nieto, que descubrió para España una práctica con dos ruedas llamada motociclismo, también corrió por la viñeta más elegante del periodismo nacional. El maestro del pincel dejó constancia de la importancia del maestro de las dos ruedas y de un deporte que matrimoniaba bien con el carácter español, fogoso, valiente, arrojado, de sangre caliente y adrenalina en rama. A los españoles nunca se nos dará bien el curling, esa petanca de balleta y fregona para limpiar el polvo y conseguir acercarse al objetivo, que aburre hasta a los árbitros. Pero el motociclismo nos va como un lápiz a Mingote. El maestro hizo un reconocimiento de un deporte que había encontrado un campeón hecho a sí mismo, sin ayudas económicas en un país que no tenía un duro (Más o menso como nos lo ha dejado Zapatero). Mingote destacó aquella superchería que Nieto tuvo siempre con el “doce más uno”. También plasmó a Santana, a Ballesteros, a Bahamontes, los otros “self made man” de nuestro deporte. Recuerdo una ilustración suya en la que el piloto tenía el cuerpo lleno de publicidad. Mingote no necesitaba publicidad. Era otro “self made man”. deportes Comentarios Tomás González-Martín el 04 abr, 2012