Quería dejarlo todo. Gélido habitualmente, con una frialdad extraña para ser italiano, Fausto Gresini lloró por fin cuando Michele Pirro venció en el Gran Premio de Valencia de Moto2, la siguiente cita a la muerte de Simoncelli.Su piloto obtuvo una victoria inesperada cuando Gresini lamentaba su infortunio fatal en el Mundial. Fue, Fausto, un buen piloto, fogoso rival de Ángel Nieto en los setenta, pero su carrera como director se ha visto larvada por el fallecimiento de Kato en 2003 y por el de Marco en 2011.
Ha realizado durante una década un buen trabajo como equipo satélite de Honda y ha perdido a dos campeones con un gran futuro. Katoh iba a ser el mayor enemigo de Rossi. Simoncelli progresaba paulatinamente para hacerse un candidato a luchar por los tres cajones en MotoGP.
Con el japonés y el italiano habría obtenido bastantes podios y triunfos. Sin ellos, acusandos dos duros golpes, el equipo Gresini salió y saldrá adelante. Marco realizaba este año “poles” y “poles”. Le faltaba la victoria. Estaba en camino.
Ahora, la mejor noticia es que Pirro será el segundo piloto del grupo San Carlo Gresini en la cilindrada grande. Montará una Honda CRT (Claim Rules Team). Será el compañero de Álvaro Bautista, que conducirá una Honda oficial. Fausto sigue en el campeonato con dos profesionales en pista. Solamente falta que pueda dedicar más éxitos a Simoncelli. Álvaro, es tu hora.
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