Pedrosa, Lorenzo, Rossi y Márquez. Las primeras sesiones de pretemporada han colocado el Mundial en este orden. Pero el orden de los factores no altera el producto. Los cuatro pilotos prometen un campeonato apasionante. “Interesante”, lo define Jorge con ironía. Quiere decir que presagia una batalla sensacional entre los cuatro y especialmente con Dani, que le ha ganado por décimas. Lo bueno es que su Yamaha responde y la diferencia se puede anular en carrera. Especialmente si el mallorquín recibe el sistema de marchas “seamless”, que acelera los cambios casi automáticamente. La Honda de Pedrosa ya posee este sistema y gana tres décimas a Lorenzo en cada recta. El balear las eliminaría si lo acopla bien a su máquina y a su manera de conducir. Deberá probarlo. Valentino se ha readaptado poco a poco a su vieja conocida, la Yamaha, y ya se acerca a los tiempos de los dos “veteranos” españoles. Le quitó el tercer puesto de estas tres sesiones a Márquez gracias a un buen registro en la última jornada de ensayos.
Pero Marc ha demostrado que estará en la lucha por las victorias desde el primer Gran Premio, Qatar. Su debut ha sido portentoso. Ha aprendido rápido. Demasiado derpisa. En la primera sesión pegó un frenazo de novato y la moto se le levantó de atrás. Comprobó que una montura de MotoGP no tiene nada que ver con Moto2 o los 125 c.c. No repitió el fallo. Ha rodado cerca de sus dos compatriotas. Les dará mucha guerra. Rossi se picará con el novel. No puede permitir que le supere. Pues que tenga cuidado. El niño que con quince años quería conocerle en el “paddock” y le regaló un coche Imatra de Scalextric pelea ahora por desbancarle de los podios. Ya se sabe, de niños te los comerías y después lamentas no habértelos comido.
deportes
