Oti Marchante el 26 feb, 2009 La soledad y cien años: buena mezcla Hace unos días, mientras el mundo se debatía entre Benjamín Button y el cine posibilista de Danny Boyle, me vi una de esas películas de Max Ophuls de las que todo el mundo habla de oídas, “Atrapados”, una elegantísima historia negra romántica sobre el dinero y la felicidad, con una Barbara Bel Geddes tan sosa como siempre, con un Robert Ryan magníficamente despreciable y un James Mason en su mejor perfil equivocado: de “bueno”. Si alguna vez alcanzáramos algo de sabiduría conseguiríamos descifrar enigmas como éste: tras “Carta de una desconocida” y antes de “La ronda”, Ophuls hace este “Atrapados”, que es un apunte femenino de una riqueza asombrosa, especialmente si se tiene en cuenta el antes y el después. Casi siempre hablamos de las películas muy escasos de concimientos, con suerte sabremos los “antes”, pero desconoceremos por completo los “después”… Y cuántas obras menospreciamos sin imaginar siquiera que su sentido último no está en ellas, sino en las que las suceden. Llegar a conclusiones antes de los cien años cumplidos es una ligereza. Otros temas Comentarios Oti Marchante el 26 feb, 2009