Ya se ha visto la mitad o así de las películas a competición, y por ahora están mejor situadas la de Nanni Moretti, “Mia Madre”, y la de Todd Haynes, “Carol” (enlace con la crónica de esta película).
Hasta el momento, el cine francés, omnipresente, sólo ha hecho que dar la lata. Las últimas, la de Maïwen, “Mon Roi”, y la deValérie Donzelli, “Marguerite et Julien”, ambas al vinagre.
Lo de Pixar, “Inside out”, es un milagro. Crónica de urgencia.
Y me metí por algún extraño motivo a ver lo nuevo de Apitchapong Weerasethakul, “Cementerio de esplendor”, o algo así. Muy en su línea; a mí no me interesó gran cosa, y ni aplaudí ni nada, pero a un tipo que había al lado le debión interesar un güevo, a juzgar por los aplausos que daba el tío al final. Pero yo sabía que durmió al menos una hora y tres cuartos de las dos que dura. No le pillo yo el punto a ese supuesto mundo mágico del “Picha”.
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