Dos asuntos que no tienen nada que ver: hoy se cumplen cien años del nacimiento de Roberto Rossellini y hoy he visto ‘Honor de cavalleria’, la pelÃcula de Albert Serra que ha elegido el Festival de Cannes para estar en la Quinzena de Realizadores. Qué lleno y qué vacÃo. Qué sencillo y qué trabajoso. A Rossellini no lo aplastarán los siglos, a la pelÃcula de Albert Serra la aplastan los minutos, sus propios minutos de indecisión y sinsentido. Rossellini lo ha retratado todo: el paisaje después de la guerra, el paisaje después del amor… ‘Honor de cavalleria’ no retrata nada, aunque su autor diga que no es ‘la narración de una aventura, sino la aventura de una narración’. Nada: un Quijote estático, un Sancho sin su mejor arma, la palabra, una historia sin texto… El hecho de que vaya al Festival de Cannes en vez de todas esas otras que se han mencionado por aquà últimamente (AzulOscuroCasiNegro, Remake, Un franco, 14 pesetas…) sólo significa que un año más el Festival de Cannes sólo admite dos propuestas del cine español, dos propuestas que no le molestan ni afectan: la propuesta Almodóvar y la propuesta invisible, o inútil. ¡Vamos a ir a por ti, Festival de Cannes!
Una de piratas
por
Oti Marchante
¡Por Rossellini! y ¡por Tutatis!
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