Oti Marchante el 04 abr, 2013 Ricardo Darín tiene eso que se llama pico de oro, y dice sus textos en la pantalla como si le nacieran en ese mismo instante. A Darín le das un personaje, el que sea, y él se mete dentro como si fueran las pilas de una radio: a funcionar. Y le da lo mismo que le pongas una sotana que un birrete, ser el hijo o el padre, el amante o el amigo de un chino… El tío es como si fuera el relleno perfecto: plumillas de oca para el cojín de la butaca. Pues ya mismo estrenan la de “Tesis sobre un homicidio”, donde se las da de abogado listo, detective con olfato y hombre infalible; es una película interesante producida por Gerardo Herrero como al hilo de “El secreto de sus ojos”, aunque la protagonista femenina no es precisamente Soledad Villamil (para mí, Villamillón) en lo tocante a la interpretación, pero esquivo la posibilidad de poner una foto de Darín y dejar constancia con esta de arriba de que la protagonista, Calu Rivero, no queda segunda en ningún otro inventario en lo tocante (con perdón) a facha, dicho sea sin segundas. Otros temas Comentarios Oti Marchante el 04 abr, 2013