Comienzo una humilde y a la vez pretenciosa colaboración con las páginas veraniegas de ABC. Intentaré fabular sobre pelÃculas de toda la vida y lo que habrÃan podido ser si se hubiera hecho una segunda parte. Arranco con ‘Casablanca’… ¿qué hubiera sido de Rick Blane…, qué de Ilsa o de Lazslo…? No tiene esta pretensión ningún valor ni histórico ni cinematográfico, sino que es (o asà lo quiere) una lectura ligera, una ucronÃa, sobre personajes que todos conocemos y cuyas vidas se nos ofreció de un modo total e intensÃsimo para luego desaparecer detrás de un ‘the end’… Siempre hay una segunda parte, generalmente peor que la primera, y en eso consistirán estos artÃculos: en empeorar sin mala intención aquello que quedó cosido a la historia. Como serán un par de artÃculos a la semana, no tendré que ‘destrozar’ más de una docena de pelÃculas inmortales… Por cierto, cualquier ‘segunda parte’ bien urdida por algún bloguero desprendido se tendrá en cuenta. O sea, que se admiten consejos, ideas, plagios y estrambotes.

Una de piratas
por
Oti Marchante
Casablanca, segunda parte
Entradas más recientes
Ford ever
Rita Hayworth
Terry Gilliam y Pedro Sánchez: ¿y si s�
De los Vengadores a Cannes
Sed de mal
qué bien sientan los Oscar mañaneros
Sitio en ARCO para Kevin Spacey