Estos dias de cine venido de todo el mundo, salvo de España, le da a uno ideas, y no todas buenas. Al ver en la pelicula de Robert Altman a Meryl Streep, a Woody Harrelson, a John C. Reilly, a Kevin Kline surgio entre varios un tema de debate terrible: lo poco preparados que estan, por lo general, los actores españoles. En el musical de Altman da gloria ver como se mueven y lo bien que cantan, y lo cierto es que si se quiere hacer un musical en España, hay que hacerlo como de chunga, sin que nadie sepa ni cantar ni bailar, o sea, como haciendo de la falta de talento una virtud, al estilo de “el otro” o “los dos” lados de la cama. Este miercoles se pone una pelicula española en Panorama, “El triunfo”, de Mireia Ross, donde se actua, se canta y se baila flamenco. El protagonista es Farruco, que cantara y bailara estupendamente, pero su nivel interpretativo esta a la altura mas o menos de aquella ardilla que yo tuve un tiempo en casa, que dudaba como Hamlet. Aun en el caso de que el guion fuera feten y Mireia Ross tuviera temple de cineasta, habria que llegar a todo ello despues de atravesar ese mejunje dramatico de unas interpretaciones tremendas. Deberia de haber otras escuelas de actores, aparte, claro, de las teleseries y el famoseo. Uno de los divertimentos que tenemos, algo cruel, es cierto, es el de en alguna de estas peliculas interpretadas por grandes actores, imaginar algun español y a ver que pasa: es demoledor. Claro que lo mismo diran los actores españoles de los criticos: donde esten los americanos o los franceses, que se quiten estos casposillos.
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