Mi amigo Manuel de la Fuente va y gana un premio periodístico por un artículo sobre Miguel Hernández. Mi amiga Nuria Vidal me anima a entrar en su flamante blog de cine y otras cosas (http://nuvidal.blogspot.com). Mi cineclub favorito, que no es cineclub, sino cineforum, Josep Romanyà Montcada, me invita a ver y hablar de ‘Hierro 3’, la mejor película de Kim Ki-Duk, el cineasta coreano al que los entendidos llaman Ki-Duk Kim… Y es lunes por la noche y esto tiene toda la pinta de que el invierno amaga, por fin, su orgullo. Mi amigo Toni busca apartamento en el mero centro de Barcelona, ciudad a la que mi hermano acaba de hacer un viaje relámpago porque teníamos una fiesta familiar (cumplíamos los cuarenta), pero sobre todo para darle un par de lecciones a mi hijo Félix sobre los secretos de la ‘pley’… Por todo esto, y porque hemos pasado casi con sigilo una varicela en casa, acabo de hacer (y tomar) el que es probablemente el mejor gin-tonic posible… Un Martin Miller, con fever tree y un restregón de corteza de limoncillo verde… Para más detalles de todo esto, mis memorias, que las estoy escribiendo en una bacinilla y sin mi autorización. No tengo herramientas para mejorar el trazo ni para ilustrar este texto, ya de por sí hiperilustrado.
Esta última frase, la de la falta de herramientas, ya la debería de quitar
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